ONE-SHOTS [Hazbin Hotel]

𖤐 Husk - Oc M 𖤐

No podía quitarle los ojos de encima a ese felino de pelaje negro y blanco.
Yo parecía como un depredador analizando y dispuesto a casar a su presa en cualquier momento, pero no haría eso.

Llevo rato viéndolo desde lejos cómo él jugaba al poker con cada persona que estuviera dispuesto a jugar contra él como sus contrincantes. El felino no dejaba de poner sonrisas y soltar carcajadas de victoria cada vez que ganaba y se llevaba todo el dinero de los demás limpiamente.

Él era llamado "El rey del póker" en este famoso bar al que iba todo el mundo.

Sus sonrisas de victoria no iban a durar por mucho tiempo, no hasta que llegue yo y le arrebate el trono. Yo también era conocido en estos bares por ser un experto en el póker, y no es por presumir, pero enserio era bueno. Y me gustaba saber que el mundo reconocía de mis grandes habilidades en los juegos de mano.

Miré de reojo a mi amigo arácnido, quien estaba sentado a mi lado y al igual que yo, bebiendo en su brillante vaso de cristal un whisky y viendo a la misma persona que yo. Al notar que lo estaba mirando, él dejó de beber y me habló con su tono y mirada pícara.

—¿Ya tienes a alguien en mente para vencer y roberle su dinero esta noche?

—Ya conoces la respuesta, mi querido Angel. —dí un último trago a mi bebida y dejé el vaso en la mesa, levantándome y acomodando un poco mi atuendo, para luego ir y caminar con confianza hacia el felino.

Él estaba terminando la última partida con su contrincante, y al parecer, él ganó otra vez, ya que se rió en su cara y tomó todas las fichas del otro.

—¡En tu cara. Mira y llora! —se echó a reír una vez más—. ¡Eres patético en este juego! Es inútil que me puedas vencer.

El pecador se le quedó viendo con el ceño muy fruncido, estaba que casi echaba humo por sus orejas de la ira.

—Tal vez, pero de lo que estoy seguro, es que algún día alguien te vencerá cuando menos te lo esperes y espero que te dé una patada en el culo bien fuerte.

—¿Ah, sí? Sigue soñando con eso, Scott. Mejor suerte para la próxima. La necesitarás. —lo ignoró, y empezó a contar todo el dinero que había ganado.

El señor que supuse se llamaba Scott, rodó los ojos con todo el fastidio del mundo y se dió la vuelta, yéndose con la manos vacías al igual que sus bolsillos.

Aproveché y me puse en frente de él en la mesa de juego, él dejó de contar y me miró de reojo en cuanto notó mi presencia, con una mirada arrogante y analizandome como si fuera un bicho.

Me voy a divertir con este pobre pecador.

—¿Qué quieres, niño? —habló gruñonamente con su ronca y gruesa voz.

—Ooh, nada —me hice el inocente—, simplemente quería jugar una ronda contigo. Es todo.

—Ja.... ¿Me estás jodiendo? —sonó burlón, parecía que estaba a punto de reírse en mi cara. Yo tuve que contener mi enojo y continuar mostrando mi sonrisa de inocente.