Una carta por error

22 | La verdad

22 | La verdad

Pensarán que luego de mi plática con Lía, tome valor y hable con Chris al día siguiente, bueno, la realidad es que eso no paso.

Creí no era lo ideal hablar de eso de inmediato, sabía que tendría que esperar un poco más ya que esa semana sería cansada para él luego del regreso de su padre.

Y ¿qué paso? Pues no tengo una respuesta clara para ello.

Chris solo dijo que aquello que se niega a cambiar, difícilmente lo hará aun cuando tú pones de tu parte para hacerlo.

Comprendí en cierta forma que la plática con su padre no fue la mejor después de todo, así que como él me animó durante los días de tormenta en mi vida. Me tocaba a mi animarlo ahora.

Intenté hacer de todo para no pensara mucho en esa última plática con su padre.

Aunque Chris dijera que era algo que ya no le afecta, no sé si creer al cien por ciento en ello.

Pero bueno luego de una semana, decidí que viniéramos por un café a la tienda conveniencia que descubrir gracias a él.

Por lo que aquí estábamos, sentados en el capo de su auto como aquella vez de la fiesta.

Un lindo recuerdo.

Solo que esta vez no era de noche, sino de tarde con el sol bajando a cada minuto hasta llegar a la hora de esconderse.

Chris puso música para pasarla mejor. Y la que se escucha ahora es tranquila, lenta y un tanto romántica.

—¿Lo recuerdas? —cuestiono, mirando hacía el atardecer.

—¿El qué?

—Aquella vez que nos conocimos.

Una media sonrisa se forma en mi rostro y miro hacia mi café.

—¿Recuerdas cómo nos conocimos? —repito.

—Claro que lo hago, recuerdo a la niña de coleta alta que se robó mi corazón tan solo con su "Hola, soy la mejor amiga de Erick, soy muy buena nadando así que, si un día te estas ahogando y estoy ahí, te salvaré"

Suelto una risita.

Cada que lo recuerdo siento pena. Me sigo cuestionando sino se me pudo ocurrir algo mejor.

—Creo que no debí decir eso, fue demasiado —lo miro.

Observo que me da una mirada de reojo más no me mira completamente. Vuelve a concentrarse hacia en frente.

—Creo que fue lo suficiente para una presentación, aparte fue distinta a las de siempre.

—Claro —le doy un sorbo a mi café.

No podía estar más cómoda aquí.

Se siente como uno de esos días en los que no quisieras que se terminara porque sabes que no va a haber otro igual.

—¿Jekins?

Me sorprendo ante el llamado de Chris. Me hace sentir como en las primeras interacciones que tuvimos a partir de lo de la carta.

A cuando solía decirme Jekins y no Bella durmiente.

—No mejor, Gigi —dice y me mira con una sonrisa.

Ya se le había olvidado ese apodo, hasta la cena de navidad cuando a mamá se le dio por estarme llamando por ese apodo y no por hija como siempre lo hacía.

—¿No pararas con él, ¿verdad? —rodeo los ojos, divertida.

—No, de echo estoy pensando seriamente en llamarte ya por Gigi en lugar de Bella durmiente.