19 | Bajo la lluvia

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19 | Bajo la lluvia

—¿Qué?—es lo primero que dice Lía.

—Que me gusta Chris—me llevo las dos manos a la cara y bajo la cabeza.

Silencio absoluto.

Y se me hace raro por parte de ella, suponía que estaría hablando sin parar luego de que le dijera eso.

Levanto la mirada hacia ella y la encuentro con los ojos abiertos a más no poder y con la boca abierta sin saber que decir.

—Por favor di algo.

—Wow—fue lo único que dijo.

—Ah, es una locura ¿verdad?—me aviento boca abajo a mi cama.

—No, solo que no me pasaba ni cercas de que me fueras a decir eso.

—Yo tampoco—digo, contra la cama.

—Vamos levanta la cabeza.

Me mueve, logrando que quede boca arriba. Está parada a mi lado izquierdo.

—¿Qué ocurre? ¿Por qué tienes esa cara de preocupada?

—No sé.

Agarré una almohada y me puse en la cara, pero a los segundos Lía me la arrebato.

—Yo digo que le digas.

—Nomas ¿así? "Ey me gustas, ¿Qué opinas?"

—Pues sí, así, ¿acaso quieres volver a hacer otra carta? ¿O asegurarte si le gustas también? ¿Te recuerdo lo que paso la última vez que quisimos hacerlo?

—No, no y no.

—Escucha, Liliana—me hace levantarme y quedar sentada—. Tienes que decírselo, esta vez tienes que ser directa y clara.

—¿Y si me rechaza?

—¿Y si no lo hace?

—Agggg—vuelvo a acostarme en la cama.

○○○

La cafetería no está llena, solo hay unas cuantas personas y entre ellas nosotras.
Descubrimos que Chris ya había salido de clases, así que Lía me dijo que era ahora o nunca.

Abro el chat con Chris.

Miro a Lía y me alienta a hacerlo. Le pico al icono de llamada y me llevo el celular al oído.

—¿Bueno?—contesta.

—Hola, Chris, ¿podemos hablar en 10 minutos?

—Oh, claro, de echo tengo algo que decirte.

—Entonces nos vemos en mi casillero, ¿te parece?

—Si, sí, me parece.

—De acuerdo, ahorita nos vemos—cuelgo.

Lía alza sus pulgares y yo estoy que me muero de los nervios.

○○○

Lía acomoda mi pelo, me rasco la cabeza y ella me da un manotazo porque arruinaba su trabajo.

—Pero, ¿qué le digo?—vuelvo a cuestionarle.

—Solo dile que te gusta y ya fin, hombre.

—No, eso no.

—Si, eso sí, suerte, ay me cuentas—me abraza y sale corriendo.

Respiro y exhalo.

Camino hacia los casilleros y repaso como seria la forma correcta de decirle lo que siento.

Una carta por errorWhere stories live. Discover now