12|Una sorpresa inesperada

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12| Una sorpresa inesperada

Voy por la sexta vuelta, hasta que el dolor en mi hombro vuelve a aparecer y hace que me detenga. Esta vez es diferente la sensación, es dolorosa y hace que suelte un quejido.

Me hago hacia una orilla como puedo, me quito los googlees y los dejo en el piso.

Para después llevarme mi mano al hombro.

El dolor esta vez no se iba, seguía aquí. Frunzo los ojos y no sé si son las gotas de agua de la piscina las que recorren mis mejillas o si son lágrimas.

Escucho el pitido del silbato de la entrenadora.

—¡Deténgase todos! —grita.

Llega corriendo a la orilla en donde estoy, se acuclilla.

—Lili, ¿estás bien?

—No, siento un dolor en mi hombro—explico, mirándola.

—¿Crees poder seguir?

Niego lentamente, ella presiona sus labios y asiente.

—¡Eduardo! —le grita a un compañero—. Ayuda a tu compañera, por favor.

Una vez a fuera de la piscina, la entrenadora me dice que vaya a enfermería y la espere ahí. Eso hago, mientras todos los demás reanudan el entrenamiento.

○○○

Miro el techo de la enfermería, permaneciendo acostada.

El dolor en el hombro se ha ido gracias a la pomada que coloco la enfermera.

—¿Estás mejor? —la voz de la entrenadora, hace que me levante rápido.

Está justo parada en la puerta.

—Si, gracias.

—¿Que ha ocurrido? Ibas muy bien—se acerca a donde estoy.

—Creo que no calenté correctamente.

—¿Segura?

No lo estaba, pero era lo que se me venía a la mente. Había llegado tarde y no calenté lo suficiente, supongo que por eso el dolor persistió más tiempo y fue diferente a las veces anteriores.

—Si —respondo.

—Bueno, esperemos no sea nada mayor, por el resto de la semana no te preocupes por el entrenamiento, tú descansa.

—Pero la competencia es...

—Pero nada—me interrumpe—. Aquí lo más importante eres tú, imagínate que necesitas descansar y no lo haces, entrenas y te terminas lastimando más, en ese caso ya no habría nada de competencia.

—Tiene razón.

—Tú descansa, aún hay tiempo—me da un pequeño apretón en una de mis piernas.

—Gracias.

○○○

Llego a casa y mamá nuevamente no está. Subo a mi habitación y suelto la mochila, dejándola caer en el suelo.

Tomo mi laptop y me recuesto.

Prendo esta, y tecleo:

"Lastimón en el hombro, por una caída"

Salen demasiadas páginas. Hago clic en cada una de ellas, hasta encontrar una que me tenga más información.

Y la encuentro.

No dudo nada en comenzar a leer.

—Las lesiones de hombro ocurren con mayor frecuencia durante actividades deportivas, tareas relacionadas con el trabajo, proyectos en el hogar o caídas—paro de leer y recuerdo la caída que tuve, miro nuevamente la pantalla—. El tratamiento en el hogar a menudo puede aliviar dolores y molestias, haga clic en el enlace abajo si quiere saber más.

Una carta por errorWhere stories live. Discover now