Una carta por error

5 | Un amigo para ti

5 | Un amigo para ti

–Traje comida chatarra–Lía sonríe alzando las bolsas de papas cuando abro la puerta.

–Pasa, pasa, necesitamos comerlas todas–me hago a un lado para que entre.

–¿No está tu madre?

–No, le toco viajar por asuntos de su trabajo–caminamos hacia las escaleras.

–Mis padres se irán de viaje este fin de semana, así que tendré casa sola–explica al terminar de subir al segundo piso–. Podremos hacer pijamada juntas.

–Sería estupendo, necesito relajación.

Entramos a mi cuarto, Lía deja las bolsas en la cama mientras que yo cierro la puerta del baño.

–Ahora ven aquí–palmea la cama mientras se sienta en ella–. Tienes muuucho que contarme porque el lunes no quisiste, ayer menos y Hoy no te me escapas.

Me siento a su lado pasándome una mano por el cabello.

–Anda, suelta las preguntas–digo, y para Lía es foquito verde para no guardarse ni una sola.

La veo sonreír y tomar aire para comenzar a tacarme sin piedad.

–¿Qué paso con la carta realmente?, ¿Le especificaste que era para Erick?, ¿Qué piensa él si sí?, ¿Por qué eres novia de guapote?, ¿Se han besado? –pongo cara sorprendida, pero eso no la detiene–. ¿No te gustaba Erick o fue solo camuflaje para desviar la verdad?, ¿Cómo te comenzó a gustar papi chulo?, ¿Sabías que cada que te mira se muerde los labios?, ¿Cuánto llevan de pareja?, ¿ya han tenido rela...

–Okey, basta–la detengo antes de que termine lo que sé que iba a preguntar.

–Lo haré hasta que hables.

–¿Quieres escuchar música? –prendo la televisión.

–Contesta, zopenca–me quita el control y apaga la televisión.

Me giro hacia ella subiendo mi pierna izquierda a la cama.

–De acuerdo te lo contaré, pero tienes que prometerme que no le dirás a nadie–levanto mi palma derecha.

Así solíamos jurar algo importante desde niñas.

–¿Qué me das a cambio de mi silencio?

–Solo promételo, Lía.

–No sé, necesito algo que me...

–Promételo o le digo a tu madre que el año pasado no fuiste al campamento y te fuiste con tu casi algo a "ver" las estrellas.

Ni modo no me dejó de otra. Tan simple que era decir lo prometo.

Abre sus ojos y su boca sorprendida.

–Eso es traición, víbora.

–Promételo–insisto y ella dándome una mirada de cansancio levanta su mano derecha.

–Lo prometo–dice, luego me apunta con su dedo índice–. Y solo para que sepas, lo hago porque soy una excelente amiga y no porque que me hayas amenazado con contarle a mi madre sobre que el año pas...

–Ya entendí.

Se acomoda en la cama, subiendo sus piernas para quedar en posición de monje.

–Suelta el chisme ya.

Respiro hondo, aquí vamos.

–Lo que ocurrió fue que...

Le platico todo, absolutamente todo, explicándole desde como comenzó todo que fue cuando mire a Chris con la carta (y termine desmayándome), hasta cuando nos presentamos como pareja frente a ellos. Obviamente también le conté lo que pensábamos hacer y también sobre lo que paso con Erick.