3 | Somos pareja

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3 | Somos pareja

Cuatros días, cuatros benditos días han pasado después de esa plática, sin contar sábado y domingo. Cuatro días en los que solo nos vimos una vez para quedar de vernos en la biblioteca para pactar unas cosillas que nos ayudarían.

Y aquí voy yo, con la mochila bien colgada y mi teléfono en mano.

Llevo un overol de mezclilla color azul, la parte de las piernas era un poquito ancho y me daba hasta los tobillos. Me puse unos tenis blancos al igual que la camisa que llevaba. Me recogí el pelo en una coleta alta.

Camino deprisa a la biblioteca. Iba cinco minutos tardes y yo odiaba ser impuntual. Subo mis lentes redondos que se iban cayendo por la caminata que llevo.

No le he platicado con detalles a Lía sobre lo que hablé con Washle, solo le dije que se había solucionado todo y que paso algo que no creí que iba a pasar. Ella por supuesto que no entendió, pero ya llegará el momento en donde lo hará. De todos modos, no insistió en el tema, punto a mi favor.

Entro a la biblioteca tratando de hacer el menor ruido posible.

—Señora Rose—Saludo a la vigilante y recepcionista de la biblioteca. Era una abuelita muy amable que intentaba ayudarte en todo lo que no supieras, sabía mucho, demasiado de todos los temas de libros que pudieras preguntar.

—Señorita Lili, un gusto verla por aquí—me regala una sonrisa.

—Muchas gracias, muy pronto le traeré el libro que me lleve—le recuerdo.

—Tranquila hija, tú léelo con calma no hay prisa.

—De acuerdo, ¿Qué tal su nieto? ¿Ya le ha dejado de dar molestias?

—Pues si dijera que ya no me da molestias estaría mintiendo, no deja de ser tan travieso y de darme dolores de cabeza—junta sus manos encima del mostrador.

—Dele un buen jalón de orejas, talvez así entienda—reímos bajo—. Bueno la dejo, alguien me está esperando.

—Adelante, mi niña, disfruten de la lectura.

—Gracias, nos vemos—me despido dándome la vuelta y comenzar a buscar a Washle.

Paso varios pasillos y todas las mesas están ocupadas. Vuelvo a pasar mi mirada por todo el lugar y esta se detiene en la mesa de al fondo. Camino hacia ella y miro al chico que tenía el libro arriba, tapando su rostro. Toco su hombro.

Él baja el libro y sonreí al mirarme.

—Lili, Hola, llegas —mira su reloj—ocho minutos y treinta segundos tarde.

—Vaya que exactitud la de usted señor.

—Hubieran sido seis y medio si no te hubieras detenido a platicar con la señora Rose—frunce un poco sus ojos y su boca.

—No podía ignorarla, eso sería grosero.

Cierra el libro y lo deja en la mesa.

—Lo bueno es que ya estás aquí. Siéntate por favor—señala el asiento enfrente suyo.

Pero yo le hago una seña para que se recorra. Quería sentarme a su lado.

—¿Qué leías? —tomo el libro y leo el título.

—Es una historia sobre fantasía nada más.

—Se ve interesante.

—Lo es, de echo el libro te cuenta sobre...

Comienza a hablarme sobre el libro sin necesidad de que yo le hiciera preguntas.
Giro mi cabeza para verlo. Tenía a la vista su perfil, veía el cómo movía sus labios al contar tan emocionado sobre lo que trataba la historia. Nunca me imaginé que él leyera o algo así.

Una carta por errorTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang