Hija todopoderosa dirige el mundo

Capítulo 56: ¡Cómo es esto posible!

La persona parada frente a la puerta que se abrió de una patada era Yi Tao. ¿Quién más podría ser?

¡Yi Tao estaba bien!

¡Estaba absolutamente bien!

Él todavía estaba parado allí.

¿Fue esto una ilusión?

Había que saber que Yi Tao había estado acostado en la cama durante casi un año.

Las manos de Li Qingyue que estaban escondidas en sus mangas estaban apretadas en puños y su rostro estaba pálido.

'¿No está Yi Tao muerto?

'¿Ye Zhuo curó a Yi Tao?

'¡Cómo es esto posible!

'¿No es Ye Zhuo un inútil?'

Además, había visto la receta que le recetó Ye Zhuo la última vez. La medicina no tuvo ningún efecto sobre la enfermedad de Yi Tao.

¿Que esta pasando?

Yi Tao se acercó paso a paso y se arrodilló frente a Yi Xuezheng y Li Wenru. "¡Mamá y papá! ¡Por favor perdóname por ser tan poco filial! Los he preocupado a ustedes dos durante este período”.

La pareja finalmente reaccionó. Inmediatamente se arrodillaron en el suelo y abrazaron a Yi Tao con entusiasmo. “¡Tao Tao! ¡Tao Tao! ¡Realmente eres tú!"

Sólo cuando abrazaron a Yi Tao, Yi Xuezheng y Li Wenru creyeron que era verdad.

¡Este era realmente su hijo!

“¡Tao Tao! ¿Estás realmente bien? Li Wenru evaluó a Yi Tao de pies a cabeza. Se sentía como si estuviera soñando.

Recordó que hace apenas un mes, su hijo todavía yacía débilmente en la cama. Incluso hablar era un lujo.

Ahora, no sólo estaba bien, ¡sino que incluso se puso de pie!

Yi Xuezheng también sintió que era increíble. Miró de arriba abajo a Yi Tao.

Yi Tao se levantó y se dio la vuelta en el acto. “Papá, mamá, mirad, ¡ya estoy bien!”

Aunque Yi Tao todavía estaba muy delgado, estaba claro que su estado mental era muy bueno.

¡No parecía un paciente en absoluto!

Incluso un hombre como Yi Xuezheng no pudo evitar secarse las lágrimas cuando vio a Yi Tao así.

Durante los días que su hijo estuvo enfermo, parecía estar bien, pero en realidad estaba preocupado todos los días. Después de todo, Yi Tao era el único heredero de la familia Yi.

Había tenido un accidente automovilístico antes, por lo que ya no podía tener hijos.

Si Yi Tao se hubiera ido, entonces su familia sería aniquilada.

Li Wenru estaba tan emocionada que juntó las palmas de las manos y se arrodilló en el suelo, haciendo una reverencia. “¡La bendición del Bodhisattva! ¡Es realmente una bendición del Bodhisattva! ¡Gracias a Dios! Gracias por devolverme Tao Tao”.

"¡Mamá!" Yi Tao sonrió y se levantó. “Solo mejoré después de tomar la medicina de la señorita Ye. ¿Qué tiene que ver con el Bodhisattva y Dios?

Mientras decía eso, Yi Tao detuvo a Chen Qiaoye. “¡Y es gracias a Qiaoye! ¡Si no fuera porque Qiaoye insistió en que tomara la medicina de la señorita Ye, podría haberme dado por vencido!

Li Wenru agarró la mano de Chen Qiaoye y dijo con los ojos rojos: “¡Buena chica! ¡Buena niña! ¡Es culpa de mamá! ¡Lo lamento! Mamá casi te lastima. Qiaoye, ¿puedes perdonar a mamá? ¡Prometo que no volveré a hacer eso!