Después de tanto tiempo el pozo se vuelve a abrir y Kagome no duda en saltar de nuevo dentro de el . pero en ves de volver a ver a Inuyasha, termina callendo en el regazo del hechicero más fuerte
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Kagome camina alrededor de la habitación. No importa cuánto intente reprimir el pozo de la preocupación, no puede. Sus mensajes de texto no han recibido respuesta, y son más de las 2 a. m. Las noches largas no son tan infrecuentes; ella sabe que Satoru siempre está muy solicitado debido a lo fuerte que es, pero...
Se detiene y se vuelve hacia Buyo Jr, notando lo despreocupado que está el nekomata en la cama. Está tendido en la cama con las piernas en el aire, pareciendo más un perro que un gato en este momento. Si tan solo pudiera ser tan indiferente, pero sabe que algo no está bien. Satoru siempre le responde, incluso si está en medio de exorcizar una maldición.
_A la mierda esto_ murmura, quitándose la bata de seda. Lo arroja sobre la cama, ignorando el gruñido de molestia de Buyo Jr. Se cambia el pijama por una sudadera y una sudadera con capucha. Se niega a quedarse quieta cuando algo podría estar terriblemente mal.
Sus instintos aún no le han fallado y ahora mismo están gritando que Satoru necesita su ayuda.
Buyo Jr. se acerca a ella, sus dos colas moviéndose de un lado a otro _Miau.
_Lo sé, lo sé. Pero tengo que hacerlo_ Buyo Jr. parpadea lentamente con sus grandes ojos en respuesta _Puedes quedarte aquí.
_Miau_ Buyo levanta una pata y la mueve de un lado a otro, sermoneándola como si fuera una niña desobediente.
_Entonces deja de quejarte_ Ella lo levanta y lo coloca sobre su hombro. Ella arruga la nariz, huele una vez, dos veces _¿Estás usando colonia?_ Buyo Jr acaricia su mejilla. Dios, Megumi-kun lo mima demasiado _Ni un sonido, está bien_ dice, abriendo la puerta. La casa está en silencio, salvo por su propia respiración agitada golpeando sus tímpanos mientras camina de puntillas por el pasillo y baja las escaleras. En el mejor de los casos, Satoru entra por la puerta y deja de lado sus preocupaciones.
Ella no se detiene en el peor de los casos.
_¿Tampoco pudiste dormir?_ Pregunta Megumi, encontrándose con ella al final de las escaleras con un tazón de helado. Lleva una camisa de gran tamaño y pantalones de pijama a cuadros. Su cabello tiene puntas, lo que toma a Kagome por sorpresa al pensar que él había peinado su cabello de esa manera, no es que fuera naturalmente puntiagudo. Sus ojos parecen brillar en la oscuridad mientras casualmente toma otra cucharada de helado.
Buyo Jr. le golpea la mejilla con la pata para causarle una leve irritación _Está bien, está bien_ se queja ella _Me dirijo a buscar a Satoru.
_Uhhh..._ Megumi cambia su peso, con la cabeza inclinada hacia un lado _Ya ha salido más tarde que esta vez_ dice con un tono tranquilizador _y Gojo-sensei es fuerte.
