Después de tanto tiempo el pozo se vuelve a abrir y Kagome no duda en saltar de nuevo dentro de el . pero en ves de volver a ver a Inuyasha, termina callendo en el regazo del hechicero más fuerte
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
_¿G-gojo-sensei?_ Yuji llama desde detrás de la puerta. Su mano está levantada, lista para llamar o aventurarse a entrar en la habitación.
Pero ¿y si están haciendo cosas indecentes? No es tanto Gojo-sensei lo que le preocupa. Pero los golpes a la puerta de entrada son cada vez más fuertes, Frenético Y la persona sin duda está molesta. Los golpes en la puerta chocan con el suave ruido de la ducha.
Yuji vacila. Mira fijamente la puerta que lo separa de su maestra y Kagome-san. Si estas fueran circunstancias normales, abriría la puerta y hablaría con el hombre bien vestido. Tal vez calmarlo y darle algunas palabras tranquilizadoras sobre cómo Gojo-sensei saldría adelante. Ese sensei llegó anoche a una hora intempestiva y no tenía intención de llegar tarde todo el tiempo.
Bien. Él debería hacer precisamente eso, Al menos los vecinos no se quejarán demasiado si pone fin a los golpes. Yuji baja la mano, retrocede y va a abrir la puerta principal.
El rubio le lanza una mirada irritada. ¿O era sólo su expresión predeterminada? Yuji sonríe en respuesta. Internamente, su fuerza de voluntad se desinfla.
_¿Dónde está el idiota con los ojos vendados?_ El hombre se cruza de brazos, sus ojos están vacíos detrás de sus gafas de color amarillo y las arrugas de su rostro sobresalen. La luz del exterior resalta el pelo corto y rubio del hombre.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Yuji quiere decirle al visitante que Gojo-sensei se está preparando, que estará con él. Porque seguramente, alguien tan tenso y con aspecto de hombre de negocios no caminaría hasta el departamento de sensei si no fuera importante. Quiere decirle esto al hombre, pero lo que sale es: _¡Gojo-sensei está ocupado teniendo sexo ahora mismo!.
No. No. ¡Mierda! Yuji se golpea la boca y luego se golpea repetidamente las manos y la cara mientras Sukuna hace notar su presencia. El espíritu vengativo se ríe y se burla de él. Clava ese cuchillo invisible más profundamente en su garganta. Una parte de Yuji quiere arrancar ese cuchillo y cortarle la lengua. Otra parte desea poder cortarle la tráquea a Sukuna.
_Como si, muchacho_ dice Sukuna entre sus tímpanos, las persistentes sacudidas de su cruel risa abren más agujeros en las ya agotadas reservas de Yuji.
