28."Así te quería encontrar"

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Jason

Pasó casi una semana después de la pequeña pelea que tuve con mi hermana, y me deprime admitir, que ahora no solamente Jade me evita y no me dirige la palabra, sino que mi propia hermana no quiere ni verme. De acuerdo, exagero. Yo soy quien no quiere mirar a Jade. Me muero de la vergüenza cada vez que la veo caminando hacia mí, así que básicamente salgo huyendo de ahí cada vez que puedo.

Quizás debería ser hombrecito como diría Summer, y dar la cara para hablar con Jade, y obviamente pedirle una disculpa por espantarme. <<Dios... de decirlo en voz alta, sonaría aún más estúpido de lo que suena ya en mi cabeza>>.

-Jason, te juro que puedo sentir como me contagias tu sufrimiento. Hazme un favor, y cambia esa maldita cara.-Hasta parece que Alex también tiene algo.

-Casi me acuesto con tu hermana menor... ¿Qué acaso eso no te molesta?- <<y de ser así, ¿qué esperas, Jason?, ¿un golpe en la cara por dejar con las ganas a tu novia?>>. Vaya, algo de lo que tanto tiempo me quejé a causa de las niñas inocentes que solamente me encendían, y ésta vez me tocó a mi ser el idiota incompetente.

-No, en realidad siento pena por ti.-Entonces soltó una sonora carcajada, cosa que me hizo comenzar a perder los estribos.

Me paré de mi lugar en clase de lo que sea que estuviera tomando, y sin decir nada o pedir disculpas a la profesora, tomé mi mochila y salí de ahí a sancadas grandes. caminé por todo el pasillo, buscando una idea para poder sacar todo mi enojo, frustración y vergüenza, de una vez por todas. Mi cuerpo regresó de golpe hacia atrás a la mitad de mi caminata, lo cual me hizo querer estrellar mi puño en la cara de quien osara molestarme, hasta que sólo tenía frente a mí, una cara bella y angelical.

-Tenemos que hablar.

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Alexander

No tengo idea que diablos le pasa a todo el mundo últimamente, que trae un humor de perros. Claro, yo también tengo el mismo humor, pero es obvio que lo contagian. Creo que voy a comenzar a cabecear en cuaquier segundo. Es la clase más aburrida de todo mi día, sin tomar en cuenta que apenas es la segunda. Tal vez me rehuse a entrar a mi siguiente clase, y vaya a ejercitarme un poco al gym. Sé que mantengo un promedio impecable, pero realmente este día es uno de los peores.

Cuando por fin escucho a la profesora decir que es todo por el día de hoy, prácticamente salgo corriendo del auditorio, ignorando los gritos de Dylan pidiéndome que lo esperara. Fui abriendome camino hasta los vestidores, pero al entrar escuche ruidos bastante perturbadores, que de ser un chico necesitado, urgido y pervertido, hubiese disfrutado de escucharlos. Pude haber salido enseguida del lugar, pero hice todo lo contrario al irme acercando con cautela, al lugar donde provenía el alboroto.

-No comprendo... porqué... tu... novia se pierde de esto...-La chica sonaba agitada y.. <<ay no>>.

Decidí hacer una de mis bromas, y salir para espantarlos a ambos. Tal vez era una broma bastante pesada, pero al menos sé que me divertería un poco y me bajaría un poco el mal plan. Justo cuando salté para asustar a quienes fueran los que tenían sexo en los vestidores, el asustado e impactado terminé siendo yo.

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Jade

Llevo más de una maldita semana intentando hacer que Jason de la cara, pero por más que lo había intentado, hasta ahora he logrado encontrarlo solo y sin rumbo. por lo tanto, es mi momento para actuar.

-Esta vez no te escapas, Jason. Deja de actuar como si hubieses sido el dejado a medio vestir.-Mi tono era duro. Y no porque estuviera molesta por lo que pasó, sino por su estúpida actitud de huir.

-Jade.. te juro que no..-Lo interrumpí.

-Sí, sí... sé que jurarás que no fue tu intención, pero seamos realistas; actuando de esa manera, el que parece virgen eres tú.- Ambos aguantabamos la risa tras mi comentario, pero el vernos, no ayudaba mucho para seguir soportándolo. En segundos ya estaba pegada a sus labios, moviendolos con desesperación, y diciéndole en silencio cuánto lo extrañaba.

-Simplemente no quería que te arrepintieras o algo saliera mal. Aunque creo que salió mal por haber huido de ahí.-Suspiró.- Diablos, Jade... Te quiero tanto, y me da miedo lastimarte.

-¿Seguro que fue eso?-Él junto el entrecejo.-Pudo no haberte funcionado por los nervios, y te dio pena.-Jason se puso color escarlarta, mientras yo trataba de contener la risa escándalosa que salía de mi boca, tapándome con mi mano.

-Luego verás que no tengo nada por lo cual avergonzarme.-Me guiñó el ojo, rodeó mis hombros con uno de sus brazos, y caminamos sin rumbo.

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Ian

<<Fantástico, tenía que aparecerse el imbécil de Alexander Dankworth, que para mi mala fortuna, es el mejor amigo de mi novia>>. Pero ni él, ni nadie, harán que Summer sepa que le soy infiel hasta dos veces por día. Subí mi cremallera, y le indiqué a la chica, la cual no recuerdo su nombre, que saliera de ahí.

-Vaya, vaya... Parker... así te quería encontrar, pedazo de basura.

-Era una de tus locas fantasías, me imagino.

-Espero Summer te envíe muy, muy lejos cuando sepa por mí, lo que acabo de presenciar.

-Oh no, Alex. Tú piensas que las cosas son demasiado sencillas, como ir, decirle lo que viste y que ella enseguida venga a cortármelos; pero te equivocas.

-¿Por qué tan seguro de eso?-Alex estaba a la defensiva, y con cara de triunfo, lo cual me hizo pensar en una segunda táctica.

-Porque ella sabe que no te agrado. Es obvio que podrías decirlo solamente para afectarme. Además... de que es evidente que te mueres por cada centímetro de mi novia.-Por su reacción, sabía que había dado en el blanco con lo último.- ¿Te imginas si ella llegara a saberlo? Diciéndole eso, solamente lograrías alejarla de ti, y no precisamente de mí. ¿Mi consejo?, apartate de lo que no te importa, porque tengo mis medios para hacer que el que pierda seas tú.

Alexander

Por mucho que odie admitirlo, Ian tiene mucha razón. Quiera o no, tengo las de perder, si es que él sabe jugar muy bien sus cartas. Ahora me encuentro en el dilema de mi vida: decirle o no a Summer lo que acaba de pasar.

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