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Taemin nunca se había enamorado tanto como lo hacía ahora, a sus ojos su lindo esposo era lo más bello del mundo no importa si el mundo le decía que no, ahora viéndolo dormir con su cabecita apoyada en su hombro sabía que había elegido bien a la persona que pasaría toda su vida hasta que la muerte lo lleve de la mano. Con un suspiro observo por la venta como poco a poco ingresaba al barrio donde paso toda su infancia y adolescencia, aun recordaba como con su hermano Namjoon iban en bicicleta haciendo carreras de quien llegaría primero a casa siendo siempre el ganador su hermano.

Ah como extrañaba a su hermanito.

-Cariño en que piensas- pregunto su esposo aun somnoliento

-En mi familia los extraño mucho- respondió con una sonrisa acariciando las mejillas del lindo rubio quien le regalo una sonrisa.

Mirando es sonrisa con esos pequeños ojitos recuerda los días tristes de su esposo donde esos ojos negros no brillaban como ahora, su piel no tenía la suavidad que ahora la tiene se podría decir que él fue el héroe de su pequeño, pero no era así le había costado tantos días, meses en que su esposo vuelva a ser el mismo de antes, como siempre le decía el rubio tu eres mi ancla y así es hasta ahora.

-No recordaba que la casa era tan grande -comento el rubio mirando atreves de la venta del auto.

-Tienes razón cariño- dijo bajando del auto -voy a bajar las maletas espérame aquí o ve adelantándote-solo recibió un sí de su esposo y lo vio caminando a la entrada de la gran casa, donde una mujer muy joven lo recibía con los gritos más emocionados que una madre podría soltar.

-Mi precioso, mi niño-grito la madre de Taemin abrazando a su yerno tomo las mejillas del rubio viéndolo con mucho cariño-como has estado - pregunto recibiendo una linda sonrisa.

-Mama yo también estoy aquí-dijo Taemin algo agitado ya que llevaba todas las maletas en ambas manos-alguien me podría ayudar gracias- y dejo caer las maletas ya en la entrada de la casa.

-Taemin eres un alfa deja de aparentar ser debilucho- dijo la castaña tomando de la mano al rubio dirigiéndose a la cocina ante la mirada de incredulidad de Taemin

-Tu madre está loca con esos libros de omagavers- dijo su padre tomando algunas moletas - otra vez -y soltó una risa seguida por la de su hijo.

La madre de los dos chicos siempre fue muy sobre protectora pero cuando conoció a su yerno sintió que debía protegerlo más a él que a su hijo, toda la historia de su pequeño como siempre le decía era muy difícil ser rechazado por todos solo por tener gustos diferentes y cada que ella recordaba todo lo que le hicieron le hervía la sangre quería ser como esas lobas omegas de los libros que leía y arrancar su cuello con su colmillos pero sabía que eso era imposible todo eso había desaparecido hace mucho tiempo y solo quedaban recuerdos de lo que habían sido antes llegando hacer ahora simples humanos.

Cuando ella se enteró que sus hijos sentían atracción por hombres ella lo tomo bien pues pensaba que cada quien le gustaba cosas diferentes un ejemplo es ella y su esposo, mientras a ella le gusta leer sus libros de lobos o vampiros a su esposo le gusta la poesía, y la psicología, pero ella lo amaba mucho a pesar de que le decía loca a sus espaldas obviamente con amor.

-Siento mucho que no te hayan ayudado-dijo la castaña dejando dos tazas de café.

-Tranquila sabía que podía pasar aun así no me rindo- el rubio le dedico una sonrisa.

-No te preocupes todos aquí ayudaremos ok - tomo la pequeña mano de su yerno sonriéndole demostrando que tenía una madre en quien confiar.

-Lo sé y gracias mama - el rubio acaricio el dorso de la mano de la señora Kim y suspiro- por lo pronto quiero buscar a mi hermano no he podido verlo hace mucho y lo extraño.

-Te entiendo aún recuerdo que Taemin siendo el mayor lloraba porque su hermano no llegaba a casa de los entrenamientos de futbol- una pequeña risa salió de los labios del rubio queriendo imaginar como seria su esposo y cuñado cuando eran pequeños. -Ahora hay que enfocarnos en poder dar una familia a unos pequeños no crees - el rubio solo asintió el cabeza muy emocionado.

La noche había llegado tan rápido que todos en la casa ya dormían excepto el rubio quien miraba por la venta como un pequeño conejo comía una fruta con un gusto que en ese momento le dio algo de hambre, pensando en que talvez podría ir a la cocina y comer algo antes de volver a la cama, con esos pensamientos no sintió que su esposo lo abrazaba por la espalda, se asustó un poco pero no tanto al sentir el rico aroma varonil.

-En que piensas amor- pregunto Taemin recostando su barbilla en el hombro de su esposo.

-Solo veía al pequeño conejo comer- respondió sonriendo.

-Y te dio algo de hambre verdad- pregunto recibiendo como respuesta un asentamiento de cabeza. - sé que tienes algo más en tu cabeza y sé que es, pero hay que darle tiempo al tiempo, así Namjoon cicatrizo sus heridas y sé que el tomara la decisión adecuada- el rubio solo se acercó un poco más a Taemin sintiendo el calor de su pecho en su espalda.

-Gracias cariño sé que siempre puedo contar contigo. -dijo recibiendo un beso en su mejilla.


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ME ENAMORÉ DE ÉL **NAMJIN- JINNAM** (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora