Fire and Blood (Aemond Targaryen)

41 || El norte recuerda ||

129 D.C

Cregan estaba junto a Rickon y Eragon, el lobo había crecido increíblemente desde hace un año y desde entonces había sido el fiel amigo del niño como del padre. Cregan llevaba en brazos a su hijo con el lobo siguiéndoles el paso con todos los campesinos saludándolos felizmente. Y como ya era usual, paso frente al herrero donde dos pequeños hermanos jugaban.

—Señor Travis ¿Cómo le va esta mañana?

—Mi Lord—Todos los presentes dieron un asentimiento—Es bueno verlo esta hermosa mañana, al igual que al pequeño Rickon.

—Es bueno sacarlo a pasear de vez en cuando—Cregan sonrió.

—Eso es verdad, ya vio a mis sobrinos, Nuria y Gabe jugando, nunca que cansan de hacerlo.

Cregan sonrió viendo a los niños jugando con los dragones de madera y los muñecos de trapo idénticos a ciertos príncipes que todos en Winterfell extrañaban.

—¿Alguna idea para una visita, mi Lord? —Pregunto Travis al parecer teniendo el mismo hilo de pensamiento. Cregan suspiro.

—No, ninguna.

—¿No han llegado noticias del otro lado de Poniente?

—No desde el nacimiento del hijo de la princesa Aeva.

—La paternidad consume tiempo—Dijo Travis—Y como esta en la línea de sucesión al trono de hierro, tiene mucho en que pensar la princesa.

Cregan asintió en silencio abrazando a su hijo quien había empezado a reír al ver a Eragon revolcarse en el suelo, pero de pronto el animal se incorporó violentamente y empezó a gruñir al cielo. Cregan y los hombres alrededor vieron al animal con el ceño fruncido hasta que escucharon en el cielo el rugido de un dragón, todos levantaron las miradas expectantes, pero en vez de ver a dos dragones gigantes vieron a un dragón mediano de escamas verdes sobrevolando la ciudad para aterrizar en la entrada.

—¡Habrá la puerta! —Exclamo Cregan a los guardias que vigilaban, a una de las doncellas le entrego su hijo y corrió hacia la entrada.

Cuando las puertas de piedra fueron abiertas el jinete de dicho dragón camino hacia el lord del norte y se inclinó ante él, era joven pero su postura era rígida y completamente seria, le recordaba un poco a Daemon.

—Lord Stark, soy el príncipe Jacaerys Velaryon hijo de la Reina Rhaenyra primera de su nombre, vengo aquí para recordarle el juramento de su padre a la reina y estar de su lado para ir en contra del usurpador Aegon Targaryen.

Lo primero que pensó Cregan ante esas palabras fue en la usurpación, miro al chico con sorpresa, pero se apresuró a llevarlo al interior de su fortaleza de piedra para evitar las miradas de su gente.

—¿Usurpación? Perdóneme que pregunte príncipe, pero ¿Qué es lo que ha ocurrido?

Jace miro a Cregan antes de suspirar.

—El Rey Viserys fue asesinado por su hijo menor, el príncipe Daeron, Otto Hightower y Aegon aprovecharon la oportunidad de usurpar el trono en ausencia de mi madre en la capital y les declararon a todos en King's Landing que mi tío Aemond asesino al rey, pidieron su cabeza y el juramento de mi madre.

—¿Y entonces tu madre manda llamar a sus aliados?

—Así es, en caso de una guerra quiere saber quiénes van a estar de su lado.

—Bueno no tienes que preocuparte por eso, príncipe Jacaerys. El juramento que mi padre hizo hace años a tu madre sigue siendo vigente conmigo como Lord de Winterfell, así que dime príncipe Jacaerys ¿Qué es lo que quiere tu madre que haga?