Fire and Blood (Aemond Targaryen)

8 || El reencuentro ||

125 D.C

Habían pasado cinco años desde lo sucedido, Aeva veía a Vaelon volar cerca del mar al lado del barco que los llevaba de vuelta a King's Landing a petición del Rey, había crecido más que los otros dragones de sus hermanos, literalmente ahora era lo bastante grande como para cubrir el barco por completo. Daemon se había puesto a su lado viendo como Vaelon jugaba con los dragones de Jaecerys y Luke.

—Vaelon ha crecido mucho últimamente—Dijo.

—Sí, y ahora está más inquieto.

—Hoy estas más callada de lo normal— Aeva miro a su padre—¿Pasa algo?

Hace cinco años, Aeva había visto como finalmente sus padres se casaban, a pesar de los años que los mantenían separados. A Aeva nunca le ocultaron que era Daemon para ella, pero había querido a Laenor mucho como para considerarlo como su segundo padre y había llorado mucho al saber de su muerte.

La princesa había formado un lazo con su padre tan fuerte desde niña que incluso ahora seguía siendo la misma, por lo que por supuesto él iba a notar su cambio de humor.

—¿Aeva? —Volvió a llamar su atención.

—No quiero volver a King's Landing—Daemon la miro con comprensión—Me gusta ver al abuelo y esas cosas, pero no es que sea mi lugar favorito.

—Lo estás diciendo por Alicent, ¿no? — Aeva asintió sin apartar su mirada del mar—Bueno, ya somos dos.

Daemon levanto la cubeta que tenía en mano y le hizo una seña a su hija de que llamara a su dragón, Vaelon se acercó lo suficiente a ellos, al igual que los otros dragones más pequeños. Aeva vio como Daemon les lanzaba carne cruda para que comieran, Vaelon al ser el más grande atrapo más pedazos fácilmente.

Aeva rio al ver como Vermax y Arrax peleaban entre sí por un gran trozo de carne, a Daemon le gustaba oírla reír, era como música en sus oídos que le fascinaba y que jamás se cansaría de oír.

—Aún nos quedan horas para llegar a King's Landing— Aeva lo miro—Ve con tus hermanos, estoy seguro que necesitaran un rival formidable con la espada en estos momentos—Aeva se rio— Anda.

El príncipe vio como la chica se alejaba e iba a donde sus hermanos estaban siendo instruidos para usar sus espadas en un duelo, Daemon sonrió al recordar cuando le enseño a Aeva usar la espada, la chica había seguido con sus clases con Sir Harwin a petición del mismo príncipe, ahora era hábil con su espada a sus quince años y estaba sumamente orgulloso.

Llegaron a King's Landing casi al anochecer, fueron recibidos por el Rey y la Reina, y su hija Helaena.

Como ya era de noche, la familia de Rhaenyra fueron escoltados a sus aposentos para poder descansar del largo viaje.

Aeva estaba recostada contra una de las columnas de piedra de su balcón viendo la luna en su máximo esplendor, hasta que esta fue tapada completamente por un dragón, Aeva vio a Vhagar sobrevolar los cielos hasta aterrizar a las afueras de la ciudad.

No había visto a Aemond ni a Aegon cuando llego, supuso que estaban haciendo algo más interesante que recibir a su hermana y sobrinos, sin embargo, le daba curiosidad saber dónde había estado Aemond durante todo este tiempo.

A la mañana siguiente, todos cenaron en familia, Aeva se tomó el tiempo de ver a su tío Aegon bostezar como si no hubiera dormido en toda la noche, sin embargo, el olor a alcohol que estaba impregnada en el cuerpo del príncipe le llegaba hasta sus fosas nasales a pesar de estar al otro lado de la mesa.

—Aemond, al fin llegas—Las palabras de Alicent hacen que Aeva desvié su mirada y vea la príncipe que recién entraba al gran comedor, se obligó a ocultar su rostro de sorpresa al ver al chico frente a ella.