Fire and Blood (Aemond Targaryen)

33 || Boda Valyria ||

128 D.C

En Dragonstone, Rhaenys se encontraba junto a Meleys viendo a los demás dragones llegar a la isla, recibió gustosa a sus nietos y a sus primos, abrazo con una sonrisa a Aeva en cuanto la vio y saludo a Aemond con un sentimiento.

—Lamento no haber estado en la celebración.

—Lo entiendo, con Lord Corlys en los peldaños de piedra tu estas a cargo de Driftmark, entiendo tu ausencia, me alegra que estés aquí ahora.

Rhaenys sonrió y ella, junto a la reina y las princesas se retiraron llevándosela, mientras que los hombres se llevaban a Aemond para prepararlos a ambos para la ceremonia.

Los dragones sobrevolaban emocionados y la servidumbre festejaba en silencio asegurándose que todos los preparativos, el vestido de la princesa estuvieran listo para la boda.

A las afueras del hogar de la heredera, el Rey y Aemond se encontraban esperando a la novia, cuando ella llego siendo escoltada por su padre y dos guardias, Daemon la ayudo a llegar frente a él y luego se reunió con la familia.

—Después de esto, no hay vuelta atrás—Dijo Aemond—Es tu ultima oportunidad de retractarte—Añadió con una sonrisa.

—Nunca.

Ella sonrió y miro al oficiante diciéndole que continuara, le entregaron una hoja afilada de vidriagón, ambos se cortan sus labios y se marcan la frente con la sangre fresca, luego se hacen un corte en las palmas de sus manos, entrelazándolas para luego dejar que su sangre cayera en una copa de acero Valyrio y ambos la bebieron.

—El amor de los siete es sagrado y eterno, es la fuente de la vida y la muerte, estamos aquí este día en agradecimiento y alabanza para unir a dos almas en una. Padre, madre, guerrero, herrero, doncella, anciana, extraño escuchen sus votos.

—Yo soy tuyo y tú eres mía, sin importar lo que venga.

—Yo soy tuya y tú eres mío, sin importar lo que venga.

—Aquí, en presencia de dioses y de hombres, yo declaro a Aemond de la casa Targaryen y a Aeva de la casa Targaryen, como marido y mujer. Una sola carne, un corazón, un alma, ahora y para siempre.

—Una sola carne, un solo corazón, una sola alma, ahora y para siempre—Dijeron ambos y luego se besaron, frente a su familia.

Helaena aplaudió emocionada y corrió hacia su hermano y su ahora esposa a abrazarlos, el rey y la reina los felicitaron y los niños sonrieron alegres abrazándolos también.

—Cariño, estoy muy feliz por ti—Rhaenyra abrazo a su hija—Has iniciado una nueva etapa y créeme que será la mejor de todas.

—Eso espero, madre. Eso espero.

—¿Ya decidieron que van a hacer para celebrar su unión? —Pregunto Daemon tomando entre sus manos las de su esposa.

—Pensamos en ir a Essos por un tiempo—Dijo Aemond.

—El príncipe de Pentos acepto recibirnos una temporada.

—¿El príncipe de Pentos? Vaya, bueno de seguro debe de estar encantado de recibir otros Targaryen a su hogar, como fue con tu padre y Laena.

—Estoy seguro que si—Dijo Daemon sonriendo con cariño al recordar a la mujer—Laena y yo tuvimos a las niñas ahí, fue un buen lugar para vivir. De seguro será uno bueno para ustedes. Solo una cosa...si me van a hacer abuelo más les vale venir aquí y decírmelo, de ninguna manera voy a aceptar que me lo digan por una carta, porque juro por mi mismo que iré haya y me quedare hasta que él bebe nazca y me lo lleve para hacer que ustedes me sigan.