El tiempo lo dirá (Parte 3)

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Aun no podía creerlo, todos los días miraba el anillo que estaba en uno de mis dedos; no era el anillo que utilizaba antes para poder hacerme la herida leve y activar el poder de mi titán, no, este era un anillo real con un valor totalmente distinto y sincero, una promesa y un compromiso para toda la vida junto a esa persona por la cual regresé muchas veces, a esa persona que pude sostener en mi mano en los momentos más cruciales de nuestras vidas y por esa persona que decidí poder vivir en paz.

Era uno sencillo con la hermosura de los detalles que solo Armin podía tener para mi persona. Era de plata con una perla de tamaño mediano con pequeños detalles de cristales a los lados.

Era simplemente perfecto.

-Fue una hermosa elección. -La voz de Mikasa me sacó de mi mundo de fantasía mientras me acomodaba en la silla de su comedor viendo como terminaba de servir el té que me había ofrecido.

-Aun se me hace extraño, no suelo ocupar este tipo de cosas, pero creo que mientras la vida va avanzando uno va cambiando sus hábitos. -Comenté echando una última mirada a mi pálida mano donde descansaba el anillo.- Trataré de ser una "dama".

Una sutil risa se escuchó de parte de la pelinegra.

-No es necesario, créeme -Dejó la tetera a un lado de la mesa y se sentó frente a mí.

-El anillo es muy fino, siento que un día de estos estaré haciendo algún trabajo y se terminara estropeando o lo perderé -Tomé la cuchara que tenía mi taza para echarle azúcar al té.

-Es algo muy preciado para ti, se nota, lo cuidarás, además, es un gran paso -Agregó tomando su taza de leche con una pizca de té, llevó su mano hasta su redondo vientre de manera muy inconsciente.

-Al parecer tampoco somos los únicos que han dado un paso inmenso, los bebés lloran por montones ¿Aun puedes dormir bien? -Comenté sin llegar a sonar pesimista, pero era un tema para mí los niños, aun no estaba preparada para ello, bueno, en sí no estaba preparada para nada.

-Según el doctor todo va muy bien, ambos estamos sanos y sí, ocupo dos almohada para dormir de costado -Dejó la taza a un lado y ofreció su mano.- ¿Quieres tocar?

Arqueé las cejas sorprendidas de su ofrecimiento.

-¿Para qué voy a querer sentir a tu bebé?

-Para que te des cuenta de que la vida debe seguir y a veces se siente así.

No sabía como interpretar las palabras de Mikasa, tal vez era por la pequeña resistencia que aun sentía que había entre Armin y yo, seguro que en sus reuniones y juntas él le ha contado cosas. Sentía esas palabras como la de una madre que quisiera poder ayudar a quitar la barrera de al medio y ver el resultado de las cosas.

Sin decir palabra ofrecí mi mano y ella la tomo, la posó en un lugar bastante empinado de su redondo vientre y pude sentir de primeras como el bebé se movía de un lado a otro ¿Eran sus manos? ¿Era su cabeza? ¿Eran sus piernas? No lo sabía, solo era capaz de pensar que había vida, una inocente vida luego de toda la atrocidad que se vivió, iba a llegar un bebé a un mundo tratando de reconstruirse.

-Es gigante, bueno, con los padres que va a tener -Dije simplemente para desviar el tema.

Mikasa me miraba totalmente curiosa antes de dejar mi mano.

-¿Has pensado en formar una familia con Armin?

-¿Crees que tengo cara de querer ser madre? -Dije sintiendo como mis mejillas se sonrojaban apenas por el mero hecho de pensar en una familia.

Historias Únicas [AruAnnie]Where stories live. Discover now