Historias Únicas [AruAnnie]

Metro

El metro estaba llegando a una de las estaciones centrales, donde se unían dos líneas, donde se encontraban miles de tiendas en la parte interior de esos pasillos fríos llenos de gente en pleno invierno.

Escuchaba a los chicos charlar animadamente de todo lo que había pasado hoy en la oficina, pero realmente no me apetecía ni mirarlos. Había sido un día duro, los números no calzaron, las horas no daban abasto y cada vez que pensábamos que avanzábamos en uno de los informes, retrocedíamos el doble. Tenia la mente hecha un lío, sentía la cefalea susurrarme en la nuca.

-Nos vemos mañana, chicos. -Dije rápidamente tomando mi bolso del suelo para colgarlo en mi hombro y comenzar a caminar hasta una de las puertas.

-¡Hey! Pero ¿Por qué te bajas ahora? Aun falta para llegar a casa -Dijo Eren extrañado.

-Pasaré a comprar víveres con Annie -El metro justo paro y abrió sus puertas.

Me despedí sin más de los chicos y salí lo más rápido de ese bajón.

No, no iba a comprar víveres.

Iba a esperar a Annie, ya que ella trabajaba cerca de esa estación de metro.

Caminé hasta los asientos del anden para tomar lugar en uno de ellos y sacar mi teléfono.

[ LINE Chat: Mi rubia]

Te estoy esperando en el anden de la estación 😊

¿Y eso?

Necesito un abrazo urgente T T

Y yo un chocolate.

Pasemos a comer afuera y pedimos postre :D

Al Taveli se ha dicho.

Annie era así, ocupaba pocos emojis, le gustaba los stickers del monito blanco con cara de perdido, a lo más me ganaba corazones al final de cada "te amo" que nos mandábamos, pero me hacía mucha gracia imaginármela con el teléfono en mano escribiendo por el chat. Mi esposa era de esas mujeres que apenas tomaba en cuenta el móvil y por eso cada vez que le veía concentrada en el artefacto, era una imagen muy divertida.

Solo esperé unos 10 minutos cuando de un momento a otro veo unos tacones negros, pantalones del mismo tono, una chaqueta celeste y cabellos dorados platinados cubriendo sus hombros. Se acercó a mí con calma teniendo su bolso colgado de su hombro y la lonchera en la mano.

-Armin.

Apenas la tuve frente a mí, sin pararme de mi lugar, la abracé por la cintura con posesión y enterré mi rostro literalmente en su busto, escondiéndome del mundo.

-¡Oye! Hay mucha gente por acá...-Dijo acercándose a mi oído, pero yo no reaccioné a su advertencia. Solo me restregué en su pecho, sintiendo esa calidez que solo ella me entregaba.

-Fue un día horrible... -Murmuré apenas.

Al parecer, Annie en ese momento se relajó por mis palabras, dejó a un lado su lonchera en el suelo y me abrazó como siempre lo hacía cuando buscaba contención.

Me podían decir lo que quieran, pero ese momento donde uno encuentra la persona que no te juzga, que te escucha y te da esa seguridad que necesitas cuando sientes que todo se está yendo a la mierda, no lo cambiaría por nada. Annie era mi cable a Tierra, ella con un solo abrazo, mejoraba mi día por completo.

-¿Debo golpear a Jaeger de nuevo? ¿Arruinó de nuevo el plan trimestral de la oficina? -Preguntó acariciando mis cabellos con total cariño.

Sonreí por su ocurrencia.

-No, pero si quieres hacerle pedazos el auto a los inversionistas...

-Muy caro, mejor te sigo dando mimos y nos compramos una malteada con un sándwich. -Respondió rápidamente antes de mover sus brazos para poder posar sus manos en mi rostro. La miré fijamente viendo su expresión relajada, aunque tanto que nos conocíamos, ella tampoco había tenido un día fácil.- Yo invito, todo irá mucho mejor mañana, ya verás. -Dijo con calma antes de inclinarse para dejarme un pequeño beso en mis labios, el cual respondí con total gusto.

Sonreí totalmente embobado por ella.

-Tienes razón, todo irá mejor mañana. -Comenté dándole un apretón entre mis brazos antes de soltarla con cuidado para levantarme de mi asiento.

-Y más si pedimos de esos brownies con helado de vainilla luego del sándwich -Dijo tomando su lonchera para comenzar a caminar a la orilla del anden.- Apura, llega el tren. -Agregó estirándome su mano.

-Voy, amor. -Dije acomodándome el bolso para tomar su mano y enlazar nuestros dedos con cariño.

Todo iba ir mejor mañana, ahora, iba a borrar todo caos que tuve en el día para pasar una excelente noche con una de mis personas más amada y favorita.

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Fue un día terrible, pero nada que un chocolate lo mejore.

¡Ánimo! Ya falta poquito para el fin de semana <3