Capítulo 32

9 3 0
                                    

Regina

Han pasado 15 días, 15 desde que Peter me dejó sin explicaciones y son 15 días sin saber de él.

He recibido miles de mensajes de Jackson, de David, de Kevin, las chicas e incluso hasta de Thomas. Se preocupan por mi, lo sé, pero no quiero hablar con nadie.

El apartamento es muy grande para mi sola. Cuando camino dentro de la casa mi vista siempre se va hasta la habitación de Peter y mis ojos se llenan de lágrimas. Nunca pensé que esto me fuera a doler tanto.

He decidido que voy a hablar con el conserje para cambiar de piso. Ya no soporto estar aquí.

Mi teléfono vuelve a sonar con la notificación de un mensaje.

Lo reviso y veo que se trata de mi padre. Me paralizo.

Papá: 
         Hola hija, cuánto tiempo. Espero verte ansiosamente.

Mis latidos se aceleran y me cuesta respirar. Busco un inhalador en mi mesita y me dejo caer sobre mis piernas para darme unos pufs. Trato de calmarme. Desde hacía mucho tiempo no me pasaba esto. Respiro profundamente y cuento cada una de mis inhalaciones.

Él no puede acercarse a mi ¿no?
Tiene una orden de alejamiento ¿verdad?
No puede acercarse a mi.

Cuento moviendo mis dedos al ritmo de cada respiración y me calmo.

Tomo mi celular y busco el numero de Peter. Me quedo mirando la pantalla y me arrepiento inmediatamente.

¿Qué estoy haciendo?

Busco el número de Aiden y marco...

Nada

Vuelvo a intentar y...

Nada, no contesta. Le envío un mensaje deseando que me responda en algún momento.

Voy hasta el baño y me doy una ducha fría para aliviar mis tensiones. Estoy bajo el chorro de agua por unos 45 minutos y salgo algo mejor.

Me envuelvo en la toalla y voy hasta mi vestidor para ponerme algo cómodo y volver a mi hueco en mi cama a ver series y tomar helado. Muy cliché, si. Ya no he vuelto a comer chocolate porque me recuerda a él.

Estando dentro de mi closet veo el vestido rojo que me puse para ir con Peter a la fiesta de los amigos de su padre. La ira me invade y lo tomo, lo huelo <aún huele a él> lo tiro al suelo y lo piso varias veces. Caído sobre mis rodillas y comienzo a llorar desconsoladamente. Esto no puede ser bueno para mi salud mental.

Luego de estar un rato así me calmo y me sorbo los mocos. Me pongo un short y me coloco una camiseta de una banda que ni conozco <muy yo> y me coloco unas sandalias cómodas. Me miro al espejo y recojo mi cabello en una cola de caballo desordenada. Lo tengo más largo de lo que recordaba. Peter amaba mi cabello largo. Mi reflejo me deprime. Tengo grandes ojeras y la cara toda colorada de llorar tanto. Mis labios están arrugados y agrietados. Tengo un aspecto penoso. Me pongo un labial claro para disimular al menos la reseques de mis labios y suspiro antes de salir al gran salón para ir a la portería a pedir otro depa.

Mi trabajo no me permite tampoco tener un apartamento tan grande.

- Buenas tardes - saludo cordialmente al señor que me recibe.

- Buenas tardes señorita ¿algún problema?

- Emm.. no. Es solo que quería saber si tienen algún apartamento pequeño disponible- explico- como para una persona.

- Déjeme revisar- lo observó mientras busca en la computadora - si aquí tenemos uno.

- Perfecto, necesito hacer el cambio

- ¿Cambio? ¿Cuál es su apartamento? - pregunta

- El 407 - respondo amablemente

- Está pago por un buen tiempo señorita- me dice - eso sin contar que es el doble de caro y lujoso que el que encontré para una sola persona.

- ¿Hay algo que podamos hacer? Quiero irme de ahí - lo miro con cara de cachorrillo triste

- Tal vez haya algo que hacer - busca algo más en la computadora - bingo - dice y me emociono- podemos hacer la transacción de un apartamento al otro sin ningún problema. Lo malo es que se hace un descuento de precio, lo bueno es que tendrá más tiempo pago debido al cambio de tamaño y lujos.

- Muchas gracias, de verdad - le digo sinceramente- ¿Cuanto tengo que pagar?

- Son 50 dólares- me dice- pero los puedo sacar de la cuenta paga.

- Perfecto, se lo agradezco de verdad.

Le dedico una sonrisa y recibo las llaves de mi nuevo apartamento. Me resulta algo extraño que ya esté pago el antiguo por un tiempo. Supongo que fue idea de Peter. Eso me estruja el corazón.

Paso el resto de la tarde mudándome. Ahora me encuentro en el apartamento 207. Bajé de piso.

Mientras estoy recogiendo mis cosas suena el timbre y siento algo de nerviosismo. No entiendo el por qué.

Me dirijo hasta la puerta con la caja en mano y me encuentro con la hermosa sonrisa y los rizos de mi nuevo amigo

- Hola Jack- saludo

- Hola muñequita - me sonríe encantadoramente.

- Me tomas en mal momento- hago una mueca- me estoy mudando.

- Bien, te ayudo - se ofrece y le agradezco.

Empezamos a recoger las cosas que quedan y cargamos las cajas dejando el apartamento apagado y vacío.

Echó una última mirada y un montón de recuerdos pasan por mi mente. Los aparto porque noto que mis ojos se humedecen y no quiero llorar más. No puedo.

- ¿Cómo has estado?- me dice Jackson

- Bien - digo sin ganas y entramos al ascensor. Toco el botón de bajar.

- No has estado bien Regina - me dice preocupado- se te nota. Mírate, estás muy decaída, más delgada. Tienes ojeras bajo tus ojos y llevas 15 días sin comunicarte con nadie.

- Pues gracias por las críticas- ironizo

- No pretendo criticarte, me preocupo por ti - me mira a los ojos- de verdad.

Eso produce una calidez en mi pecho. Mis ojos se llenan de lagrimas y una se rueda por mi mejilla, escapando de mis ojos. Jackson levanta una de sus manos y la limpia.

- Ey, todo está bien - me toma por el mentón- estoy aquí contigo- y cómo puede me abraza de lado.

Las cajas que tenemos en las manos chocan y reímos juntos.

- ¿Sabes que me puedes contar lo que sea? - me dice y siento que de verdad puedo confiar en él.

Salimos del ascensor y entramos a mi nuevo apartamento. Ponemos las cajas en el suelo y quedamos frente a frente. No puedo mirarlo a los ojos. Lo abrazo fuertemente y comienzo a sollozar en su pecho. Es mucho más alto que yo. Él me devuelve el abrazo y besa mi cabello.

- Tranquila, todo estará bien - y le creo

Con ninguno de los dos Where stories live. Discover now