Capítulo 12

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Regina
Después de la charla en la comisaría y demostrar los abusos que mi padre comete hacia mí voy hacia la casa con Peter.

Voy muy callada y mirando por la ventanilla

La verdad es que me duele mucho la espalda y el moretón en mis costillas ha empeorado

- Ahora te llevaré a tu casa y recogerás tus cosas- me dice Peter- te vienes conmigo a mi casa

- ¿Qué? No puedo hacer eso

- Si que puedes, sabes perfectamente que mis padres me envían todo lo que necesito desde la ciudad y no tengo ningún problema o impedimento en que vayas a vivir conmigo

- No pienso vivir de tu caridad Peter- lo miro un poco molesta

- No vas a vivir de mi caridad, buscaremos un trabajo que se acomode a nuestros horarios y lo haremos juntos - me dice- No te puedes quedar en esa casa, solo conseguimos una orden de alejamiento, lo cual no nos sirve de mucho

Suspiro cansada y no reprocho más

- Poe cierto, Aiden llamó anoche a tu celular- me informa- le dije que estabas indispuesta, consideré que era tu decisión hablar o no con él sobre el tema, estabas dormida y no quise molestarte. Ya sabes.

Asiento y tomo mi celular de mi mochila y le envío un mensaje a Aiden

Regina:
Perdón por no
contestar. Te contaré.
lo qué pasó

Dejo el mensaje y vuelvo a guardar mi teléfono

Llegamos a mi casa y sinceramente me da escalofríos entrar ahí. El recuerdo de anoche atrapa mi mente y una lágrima involuntaria se desliza por mi mejilla. La apartó antes de que Peter la pueda ver. No quiero causar lástima

Nunca he sido de las personas que intentar llamar la atención con sus problemas, es solo que mi relación con Peter es especial, él me conoce de toda la vida y sé que no me juzga sin sentido y mucho menos que siente lástima por mi pero no quiero ser la débil en este momento.

Subo a por mis cosas y antes de salir del cuarto echo una mirada rápida y los pocos recuerdos felices que tengo ahí llegan a mi mente haciéndome mostrar una sonrisa triste.

Bajo las escaleras y reparo la sala con mis ojos y me fijo en la entrada de la cocina. Ahí fue donde comenzó todo, la primera vez que mi padre se salió de control y me golpeó siendo solo una niña de 10 años. Y justo ahí todo terminó, o al menos eso quiero pensar.

Salgo y dejo las llaves debajo de la alfombrilla de la entrada y camino hacia la valla de salida

Doy un último vistazo atrás y me subí al coche de mi mejor amigo.

Despidiéndome para tratar de empezar una nueva vida, una vida diferente

.....
Peter decidió que era mejor abandonar la casa del lado de mi padre y venir a un apartamento para dos en el pueblo.

Yo ya no tenía objeciones, él solo estaba haciendo lo que siempre hacía por mí, cuidarme.

Reviso mi celular y noto que Aiden aun no contesta mi mensaje. Lo llamo y al dar todos los tonos me pide que deje un mensaje de voz. Cuelgo y entro al apartamento junto a Peter

- Bueno Regina, discutimos por una habitación ¿o quieres que lo hagamos con un juego mejor?

Yo sonrío como niña pequeña y esa es respuesta suficiente para él

- Cara es el cuarto de la izquierda, el que tiene balcón... y cruz - hace una pequeña pausa- es el cuarto aburrido de la derecha. Tú lanzas la moneda, tú destino está en tus manos.

Lanzo la moneda al aire y fuego porque me caiga el cuarto de la derecha, no quiero un balcón, sin ruidosas las personas en las calles y no podría concentrarme para leer o estudiar.

Cuando miro la moneda para mi mala suerte me tocó cara. Hago un puchero y Peter me sonríe y me da finalmente el cuarto dela derecha.

¡Sí! Festejo internamente

Camino hacia allí y acomodo todas mis cosas a mi gusto. La verdad es que soy muy ordenada, la vida con mi padre ha sido demasiado dura y he tenido que aprender a ser muy perfeccionista porque si algo se salía de lugar ya sabemos qué pasa.

Cuando termino con mis cosas reviso mi celular y nada, de Aiden ni las luces.

Salgo al pueblo en la tarde a comprar algunas cosas y siento que esto no es necesario, perfectamente me puedo quedar en la residencia de la universidad pero Peter insistió. Creo que su caparazón de hielo se está derritiendo.

Paso por un bar y me encuentro un aviso de que se necesita camarera, no es lo que sueño pero está bien para pagar mi parte del depa y para no morir de hambre.

Estoy comenzando una vida de adulto demasiado apresurada.

Salgo del establecimiento con el folleto de admisión y me dirijo hacia el apartamento para terminar los deberes de la universidad. Quiero ser una buena psicóloga, así que me debo esforzar por mantener mi carrera y para eso tengo que tener un alto índice para que me sigan financiando la beca.

Tal vez ahora que tenga una preocupación menos en mi vida todo salga mejor.

Con ninguno de los dos Where stories live. Discover now