Capítulo 3

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Aiden

No se qué pasó con Regina

Ella no es de beber mucho cuando salimos a fiestas

Siempre se controla y la pasamos muy bien

Viene a mi mente el beso que me dio, no sé de donde salió ese impulso pero se sintió como el jodido paraíso

Tiene los labios tan precisos y delicados, recordar sus labios sobre los míos solo me provoca olas de calor que terminan ya sabemos donde

Aparto esos pensamientos porque tengo a Regina sobre mis piernas en el suelo de la cocina de la casa donde estábamos en la fiesta

Ya todos se han ido y no sé qué hacer porque no puedo llevarla en mi moto en ese estado, no hay manera

Pongo mi mente a maquinar un plan porque sé que ella no puede llegar tampoco así a su casa, su padre la mataría

Pienso en todas las posibilidades y la única solución que encuentro es llamar a Peter

Saco mi celular y marco su número

Al cuarto repique contesta con la voz somnolienta

-¿Qué pasó Derrik?- me dice gruñón

Él siempre siendo él

-Tenemos un problema- digo y miro a la chica recostada a mí- Regina

.........
Peter

Regina siempre consigue sacarme de mis casillas

¿Cómo puede ser tan irresponsable?

Ahora mismo voy manejando de vuelta a casa con ella inconsciente en el asiento del copiloto

Manejar se me hace difícil tratando de cuidarla de que no se golpee

Se ve tan angelical ahí dormida

Cuando llegue donde estaba Aiden solo pude pensar en darle un puñetazo ¿como se le ocurre dejar beber a Regina así? Pero bueno me controlé porque él no tiene toda la culpa

Suspiro y le doy un vistazo rápido a mi acompañante asegurándome de que esté bien

Cuando llegamos al vecindario decido llevarla a mi casa, no soy tan estúpido de llevarla a su casa en ese estado, su padre la mataría

Ese hijo de...

Me relajo y la cargo para entrar a la casa y llevarla a mi cuarto

Apesta a vómito y alcohol

La intento despertar

Nada

Cuando estoy a punto de darme por vencido abre levemente los ojos

-Aiden...- dice en un susurro casi inentendible pero yo la escucho perfectamente y una punzada de celos cruza mi mente

-Regina, despierta

Ella abre los ojos completamente y se asombra cuando me ve, se incorpora rápidamente y eso causa que se tambalee de lo borracha que está

Me río internamente pero endurezco mi expresión

-Apestas a vómito, anda a darte una ducha- le digo y ella se levanta torpemente y se dirige al armario

Pongo una mano en mi frente y voy hacia ella y le indico el camino correcto y regreso a sentarme en la cama

-¿Peter?

-¿Si, Regina?

-¿Puedes ayudarme? Es que me siento muy mareada

Suspiro y me dirijo al baño para encontrármela en ropa interior, evito mirarla, tenemos confianza entre nosotros pero no me gusta sobrepasar los límites

La ayudo a ducharse y salgo del baño para alcanzarle una toalla y un pulover mío para que se cubra

Cinco minutos después sale del baño con cara apenada

-Lo siento- susurra

-No tienes que disculparte conmigo- le aclaro- peor la pasó Aidan- agrego divertido

Luego de eso la acompaño a su casa y cuidadosamente me aseguro de que su padre no se dé cuenta

Me fijo en el reloj y son las 4 de la mañana

Suspiro y me dirijo a la cocina a preparar algo para su padre porque sé que esto le va a traer problemas si él se levanta y no tiene su desayuno listo

Culminando mi tarea regreso a mi casa a descansar.

Con ninguno de los dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora