Capítulo 20

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Su beso fue posesivo. Cómo sus palabras.

Me tomó de la nunca y me atrajo hacia su cuerpo.

Yo solo me dejaba llevar por mis sentimientos y por sus labios.

Sus labios se movían con agilidad sobre los míos, en un beso húmedo. Nuestras lenguas danzaban en sincronía. Me tomó suavemente del nacimiento de mi cabello y yo gemí de excitación.

Profundizamos el beso y la temperatura comenzó a subir dentro de mi habitación. Peter me tomó de las caderas y me sentó sobre su regazo. Sentía su dureza contra mi entrepierna. Por instinto comencé a restregarme contra su erección, soltando pequeños jadeos por el contacto.

Me tomó del cabello obligándome a exponer mi cuello ante él. Comenzó a besarme dejando pequeñas mordidas por todo mi cuello. Bajó suavemente hasta mi pecho y siguió un recorrido hacia mis hombros desnudos, dejando húmedos y calientes besos.

Comenzó a apretar mi trasero y Aguilar mis movimientos mientras me besaba con euforia.

Yo estaba tan excitada que ni siquiera podía pensar en nada más que no fuera sentirlo dentro de mí.

Me quitó completamente el camisón y se quedó mirando mi lencería. Mis pezones se veían duros sobre la tela de encaje de mi brasier. Bajó su mano hasta mi intimidad, palpando mi humedad.

- Estás lista para mi- me dice - eres mía, desde hoy eres mía.

La excitación recorría todo mi cuerpo. Él introdujo su mano dentro de mis bragas danzando con sus dedos dentro de mi. Arqueo mi espalda en busca de más y él se apodera de mis pechos con su mano libre. Comienza a lamer y a mordisquear mis pezones.

Corre mi braga hacia un lado y libre su miembro. Se ve brillante la punta debido al líquido preseminal. Comienza a masturbarse delante de mí y eso me provoca, comienzo a tocarme y gimo en desesperación, lo que provoca un gruñido de su parte. Ágilmente me toma y me coloca sobre la cama. Dirige su erección a mi entrada y yo solo puedo moverme en anticipación.

Estoy hecha un mar, mis jadeos y gemidos son lo único que se escucha en la habitación junto con la respiración acelerada de Peter.

Ubica su glande en mi entrada y me penetra de golpe, suelto un gemido de alivio, calmó la tensión en mi intimidad y avivó el fuego interno que me carcomía.

Comenzó a penetrarme suavemente y a la vez tocaba el punto más sensible entre mis piernas volviéndome loca. Esa sensación me encantaba, su miembro dentro de mi y sus dedos sobre mi intimidad.

Aceleró sus movimientos y gemidos descontrolados salían de mi garganta. Su tamaño era extraordinario y tocaba partes de mí que me hacían estremecer.

Me perdí en el placer y entre gemidos me dejé consumir por él.

Me tomó por la cintura y me llevó contra una pared. Conmigo en sus brazos comenzó a penetrarme fuertemente murándome a los ojos fijamente. Sus ojos estaban cargados de lujuria.

Lo besé en los labios con deseo y él detuvo sus movimientos. Me abrazó gentilmente y me puso de vuelta sobre la cama. Se acostó a mi lado y comenzó a besarme suavemente mientras me masturbaba.

Las sensaciones que me invadían eran increíbles. Cada músculo de mi cuerpo comenzó a tensarse y toda la sangre se concentró en el medio de mis piernas haciéndome explotar en un delicioso orgasmo.

Cuando pasó la euforia del momento miré a Peter a los ojos se veía relajado. Lo bese en los labios con ternura y me acosté sobre su pecho.

- Te quiero- me dice y mi corazón vuelve a estar acelerado por él.

- Quédate a dormir conmigo- le digo y me da un beso en la frente.

- Buenas noches, Regina.

- Buenas noches- susurró y voy cayendo lentamente en el país de los sueños.

....
Aiden

La conversación con Regina me dejó muy mal.

- Mi intención fue pedirle disculpas. Sé que me comporto como un imbécil en ocasiones... vale la mayoría del tiempo... pero no me puede culpar por sentir celos de él. Yo sé que ella siente algo por él.

- En realidad si es tu culpa- me dices Monic- tú sabía en donde te metías al querer "conquistar" un corazón con dueño - hace comillas en conquistar, ella siempre se burla de todo.

Suspiro

Monic es... digamos una amiga. Tenemos una relación un poco extraña. Al principio teníamos sexo desenfrenado y ahora hablamos de nuestros problemas de vida.

- Es verdad. Soy un idiota ¿Qué me pensaba? Ella no se iba a olvidar de él así como así y bueno mi actitud no ha sido la mejor

- Té comportabas como un niño cada vez que pasaba algo, le dejabas de hablar por cualquier tontería- completa ella por mí

- Tienes razón- le digo

- Lo sé cariño - me dice pasándome el cigarrillo que acaba de encender.

Cuando conocí a Monic era un crío, se puede decir que ella es mi primera experiencia en todo. Todo lo que sé se lo debo a ella.

Desde hace más de un año que no tenemos sexo. Cuando conocí a Regina algo en mí cambió. Esa noche después de conocerla vine aquí, como siempre a los brazos de Monic. Esa fue la última vez que tuvimos sexo, luego de eso me alejé un poco de ella. Había hecho una amistad con Regina y centré toda mi atención en ella. Hasta que tuve mi primer problema con Regina, de nuevo volví a caer en las manos de esta chica.

Es muy sensual y sexy. De hecho es unos años mayor que yo. Se podría decir que se aprovechó de mi inocente joven de 17 años pero estaríamos mintiendo, yo disfrutaba muchísimo esta relación.

Se volvió una buena consejera a partir de mi problema con Regi , ese día después de un año y tanto volvimos a entablar una relación. Con respecto al sexo fue solo ese día. Después no intimamos más, hasta cierto punto quería respetar mi propia decisión de conquistar a Regina. Pero fracasé. Me metí en camisa de once varas y me quedo muy grande. Lo tengo que reconocer.

- Te ves muy tenso, estás muy callado- me dice la chica y me sonríe de medio lado.

- Si, tal vez necesite tu apoyo- la miro divertido y me acerco dándole un corto beso en la comisura de sus labios.

Inmediatamente el deseo sobrepasa la diversión en sus ojos y viene hasta mí cómo depredador a su presa.

Hasta esta noche.

Hoy volví a los brazos de Monic, otra vez.

Con ninguno de los dos Where stories live. Discover now