Capítulo 39

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Aiden

Desde el día que Regina estuvo en casa no la vi más, habíamos quedado en que iría a visitarla pero tuve un percance con Monic.

No sé qué es lo que me pasa. Tengo un apego con esta chica demasiado insano. Después de discutir fuertemente por lo qué pasó con Regina ella se comportó tan natural que pereciera que no le importaba, se acercó a mi y me besó, así como si nada y yo caí en sus redes nuevamente. No soy capaz de alejarme de ella. No la amo ni nada parecido, mi corazón le pertenece a Regina pero esta obsesión que tengo con Monic no es normal.

Me levanto de la cama y veo a la chica a mi lado. Paso mis manos por mi cabeza enfurruñado conmigo mismo ¿qué diablos me pasa? No puedo rechazarla, no puedo sacarla de mi vida. Tenemos historia y aunque no es la mejor de alguna manera me atrapa. Ella tiene algo que hace que siempre vuelva a ella y lo odio, me odio por ser tan gilipollas.

Recuerdo la noche de ayer en el bar. Nada más que Regina entró al local no sé qué pasó pero sentí algo dentro de mí y presentí su llegada, mi cuerpo y mi mente sabían que ella estaba presente. No descanse hasta que la vi y todo mi cuerpo se relajó al observarla en la barra. Toda esa relajación se terminó cuando la vi con Jackson. Ya sabía yo que ese chico no se acercó a ella solo por una amistad.

Una punzada de celos me invade Ale recordarla bailando con él y cuando lo besó la sangre me hirvió. Se me olvidó por un momento que Monic estaba a mi lado y si no es porque ella me tomó del brazo y me apretó disimuladamente me hubiera parado de mi asiento y no sé qué habría hecho. Incluso después de eso volví a casa con Monic y descargué toda mi furia teniendo sexo rudo con ella.

Me levanto y camino hasta el baño. Necesito una ducha reparadora, mi mente es un caos. Son tan hipócrita, me pongo furioso al ver a Regina con ese tipo pero no soy capaz de alejar a Monic de mi lado. Soy un egoísta.

Escucho la puerta del baño cerrarse y veo a mi acompañante entrar completamente desnuda al cuarto de baño. Se mete conmigo bajo la ducha y pone sus manos sobre mis pectorales. La verdad es que se ve demasiado sexy bajo la ducha. Ella es demasiado sexy y caliente, tal vez eso es lo que tanto me gusta de ella. La tomó fuertemente del cuello y estampo mis labios sobre los suyos en un beso feroz y nada gentil. De su boca sale un jadeo de placer y comienzo a sentir la dureza que se forma en mi entrepierna. Suelto un gruñido e ignorando la reacción de mi cuerpo ante su tacto y su lengua jugando en mi boca, salgo del baño enfurecido. Me seco y me visto. Tengo que salir de aquí.

Tomo mis llaves y mi celular. Recojo mi casco en el salón y salgo por la puerta de la cocina hasta el garaje en busca de mi moto.

Abro la puerta y me subo en mi bebé, el ronroneo del motor me llena de euforia y me coloco el casco para salir rumbo a la calle. Ya Monic se encargará de cerrar la puerta.

El viento pega mi ropa a mi cuerpo y ahora me encuentro manejando por una carretera si sentido alguno. Solo me estoy divirtiendo y probando la velocidad de mi moto. La adrenalina recorre mi cuerpo y cada vez acelero más. Esto es peligroso, pero el peligro me enciende y me encanta.

Tomó la carretera que va hasta el pueblo y me dirijo hasta ese edificio en el centro que conozco tan bien. Ya sé cuál es el nuevo apartamento de Regina. Aparco en el estacionamiento y dejo mi casco sobre el asiento de la moto. Subo hasta el elevador y entro. Miro mi cabello desordenado en el espejo del elevador y el brillo que poseen mis iris.

Llego al piso adecuado y me dirijo hasta esa puerta. Toco el timbre varias veces y una Regina confundida abre la puerta..

- ¿Aiden? ¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?

Tiene el cabello desordenado, ese corte le queda demasiado sexy, no se compara con su mata de cabello larga pero así se ve más madura. Lleva sus gafas y sus labios están sonrosados. Observo su mano y veo una cuchara embarrada de chocolate y se que por eso es que tiene los labios así.

Con ninguno de los dos Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz