Capítulo 14

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Aiden

El día que llamé a Regina en la noche y Peter me respondió con su celular no pude evitar sentirme humillado.

No solo la llamé a altas horas de la noche, sino que también me encontraba fuera de su casa para verla.

Me sentí como un completo estúpido.

Creí que íbamos en serio cuando me pidió que me quedara a dormir con ella.

Después de eso tomé una actitud un poco inmadura al recibir sus mensajes pidiéndome que habláramos. Ignoré todos sus intentos de darme una explicación.

También comencé a verla más con Peter en el campus y como todos los días después de clases ella se iba con él. No tenía ni idea de que pasaba pero tampoco acepté una explicación. Tampoco pensé que se preocupaba por no verme, a pesar de su insistencia. Me comporté como un inmaduro egocéntrico.

Cuando la vi en esa cafetería me descoloqué por completo, había olvidado lo que sentía al verla. La evité hasta en la universidad, ella se veía demasiado despistada como para darse cuenta de mi presencia y yo lo aproveché para mantenerme alejado de ella.

Ese día ella intentó hablar conmigo y cuando me preguntó qué era lo que pasaba, la vi demasiado molesta y me permití detallar en ella, estaba muy distinta, había perdido el brillo en su mirada y se veía muy nerviosa, temblaba constantemente.

Sin embargo me comporté como un imbécil y decidí reclamarle cómo había deseado hacer durante esos días que estuvimos sin vernos.

Me pasé con las cosas que le dije. Su reacción ante mis palabras me dejó desconcertado, nunca la había visto así, no la conocía hacía tanto tiempo, pero en el tiempo que llevábamos juntos siempre parecía muy tranquila y para nada agresiva.

Cuando vi que Peter también estaba ahí la sangre me hirvió, juro que quise golpearlo a él por entrometerse donde nadie lo llama, pero al notar el estado en que se encontraba Regina me preocupé.

Ella estaba completamente en shock. Se había llevado las manos hasta la cabeza y estaba llorando desconsoladamente y temblaba como en pánico.

Ahí todo se aclaró en mi mente, aparté toda negatividad de mi mente y me di cuenta de que en realidad algo grave estaba pasando.

Seguí a Peter hasta su auto y ver la mirada perdida y triste de ella cuando él se subió en el asiento del conductor me dejó perplejo.

Decidí seguir el consejo de Peter y aquí estoy esperando a Regina en el parque del campus para hablar.

Entendí que ella se preocupó verdaderamente y quería saber por ella misma lo que estaba sucediendo. Por supuesto no la iba a presionar, era su decisión compartir todo lo que la incomodaba o no. No era de la incumbencia de Peter como me había dicho ya en otras ocasiones, era sólo su decisión, la de ella.

La veo caminar hacia mi dirección y mi corazón se aprieta.

Me permito detallarla y me doy cuenta que está más pálida y que también se ve un poco más delgada. Cuando está lo suficientemente cerca alcanzo a notar las ojeras debajo de sus ojos. Esa imagen me destroza. Lo que siento por ella no hace más que tomar fuerza y verla así me destroza.

- Hola- saluda en un susurro

- Hola bonita- le dedico una sonrisa tranquilizadora

La veo mirarse las manos mientras juega con sus dedos nerviosa.

- Siento mucho lo que pasó yo... yo no debí agredirte, me puse muy nerviosa y me dolió lo que me dijiste, más la preocupación que sentía por no saber nada de ti, fue mi culpa, yo no le di la atención que merecía el asunto y me salí de control, en verdad lo siento tanto yo—

Con ninguno de los dos Where stories live. Discover now