My Beloved Q (Quackity)

Especial: Forget me

(Advertencia previa antes de comenzar a leer: Los siguientes hechos son totalmente ficticios y vienen completamente de mi cabeza con la información e investigación adecuada, se recomienda discreción y un sentimiento neutral al respecto. 

Tómense esta historia como lo que es: Una fanfic. Por favor, disfruten la lectura bajo el debido respeto a sí mismos y cuidado y recuerden, SI NUESTROS PERSONAJES MARAVILLOSOS PUEDEN CON ESTO Y MÁS USTEDES TAMBIÉN PUEDEN. Los tqm, dejo Nota de Autora al final y estaré leyendo/contestando sus comentarios n.n)

Soundtrack: My body is a cage de Arcade Fire / Don't forget about me de CLOVES / Nothing's new de Rio Romero.

Todas las canciones las puedes encontrar en la PlayList de MBQ en Spotify, el link está en mi perfil. :D

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Quackity's P.O.V.

Puta madre, puta madre, puta madre.

– ¡Muévete cabrón! – Aplasté la bocina sumamente furioso, pero nadie se movió ni un solo centímetro. – ¡Puta madre!

Golpee el volante, poniendo mi frente en este para sacar un suspiro derrotado. Estaba a dos cuadras que parecían eternas en este instante, frustrado y desesperado por no saber qué hacer, más aún porque sabía que no podía dejar el coche en medio de la calle en pleno embotellamiento semi-nocturno.

Beatrice no me perdonaría esto tan rápido, definitivamente no lo haría.

De pronto, el estéreo sonó, dejándome ver el nombre de Emily en este. Había llamado al menos quince veces y todas las había rechazado para no tener que lidiar con sus regaños. Tomé una bocanada de aire y toqué la pantalla para contestar, dejándome absorber por esa voz molesta.

– Esta vez te pasaste –. Fue lo primero que dijo mi fastidiada hermana. – No tengo ni idea qué decirte.

– ¿Entonces para qué llamaste? – Respondí tajante, mientras que apagaba el coche para esperar.

– ¡Gracias por hacerme recordar! ¡Era para decirte que eres un pendejo!

Soy un pendejo. Eso lo sé.

– Pues ya lo dijiste y yo lo tengo claro, ahora ¿puedes...?

– Es que no comprendo cómo se te olvidó –. Aquí venía la parte responsable. – Te he dicho miles de veces que te puedo llevar la agenda y nunca quieres, pero pasa esto y te ahogas en un vaso de agua. No comprendo c...

– La cagué Emily, yo lo sé. ¿Pero adivina qué? No puedo hacer una mierda porque el tráfico es una pendejada y mi hermana se la pasa recriminándome.

– Alexis, no me hables así.

– ¡¿Pues cómo quieres que te hable si solo me llamas para reclamarme?! ¡Me perdí la obra y ya no puedo hacer nada! Seguramente la contrataron y yo...

– No lo hicieron –. Emily dijo seria y yo me detuve al instante.

– ¿Qué? – Sentí como mis mejillas ardieron poco a poco.

– No la dejaron ni siquiera adicionar por aparte para la audición, la descalificaron por sus escándalos.

– ¡¿Por qué chingados no me lo dijiste antes?!

– Te lo habría dicho si no te comportaras como un idiota y solo me escucharas.

– ¡¿Escucharte?! ¡Solo me llamaste para reclamarme! – El carro comenzaba a empañarse por mi rabia.