Capítulo 35: Te enseñaré a comer

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El hombre alguna vez conocido como el Dios de la Guerra nunca imaginó que tendría un día así. Miró la expresión expectante del lirón y luego volvió su mirada hacia el cuenco frente a él.

Las frutas en el cuenco eran particularmente atractivas en el mundo agotado de recursos de Cang Zhan Star. Sin embargo, los saltamontes eran igualmente llamativos. De hecho, algunos de ellos habían comenzado a salir arrastrándose. Uno de ellos llegó al borde del cuenco, preparándose para usar sus patas traseras para saltar. En ese momento crucial en el que el saltamontes estaba a punto de saltar, las dos regordetas patas del lirón se cerraron juntas con precisión, capturando al saltamontes.

Shu Shuishui aturdió hábilmente al saltamontes y lo volvió a colocar en el recipiente, mostrando gran consideración. "Gugu, puedes tomarte tu tiempo para comer. Estaré aquí observando". Se dio unas palmaditas en el pequeño pecho, emitiendo una tranquilizadora sensación de "déjamelo a mí".

Aunque Gu Langu no tenía sentido del gusto, el acto de comer saltamontes crudos no era algo que existiera en su memoria. Fue tomado momentáneamente por sorpresa.

Por otro lado, Yu Jin también notó la extraña atmósfera alrededor de Gu Langu y se acercó con curiosidad.

Shu Shuishui, al ver la vacilación de Gu Langu, inclinó su cabecita y movió las orejas. "¡Olvidé los utensilios! ¿Prefieres palillos o tenedor?

El lirón sacó un par de palillos y un tenedor de acero inoxidable de su propio almacenamiento espiritual, sosteniéndolos, uno en cada pata, esperando a que Gu Langu eligiera.

Gu Langu "..." Parecía que el problema no se trataba de utensilios.

Después de sostenerlos por un momento y ver la rara expresión de confusión de Gu Langu, Shu Shuishui reflexionó por un momento y creyó que había encontrado la razón. "No sabes comer, ¿verdad? Está bien, te enseñaré. Por suerte, yo mismo asé uno, así que debería estar bien".

Dicho esto, el pequeño lirón guardó los utensilios y se escabulló hacia un lado de la fogata. Cogió una pequeña rama que estaba parada cerca del pozo de fuego. La rama tenía forma de horquilla y en un lado del tenedor había un saltamontes asado, perfectamente cocido.

El pequeño lirón corrió de regreso hacia Gu Langu con el saltamontes asado en la mano, parándose frente a él con gran seriedad. Luego, levantó el saltamontes en alto. "Presta atención, primer paso, el saltamontes está un poco caliente, así que debes soplarlo". Acercó el saltamontes e infló seriamente sus mejillas, soplando sobre él.

Después de un momento, Shu Shuishui continuó: "Pero el tuyo no está caliente, así que no necesitas soplar. Simplemente pasa al segundo paso, quita las alas. Estas alitas no tienen ningún sabor y pueden quedarse atrapadas en los dientes, así que es mejor quitarlas de antemano". Dicho esto, Shu Shuishui demostró la técnica con gran precisión, incluso explicando cómo aplicar fuerza para eliminarlos de forma limpia y rápida.

Gu Langu, claramente un estudiante diligente, almacenó cuidadosamente cada paso del proceso de comer un saltamontes demostrado por el pequeño lirón. Sin embargo, mientras miraba los saltamontes en su propio plato, algo todavía se sentía mal.

Además, tenía un cuenco tan grande, mientras que el pequeño lirón sólo asaba uno para él. El corazón de Gu Langu se ablandó.

Shu Shuishui había llegado al paso final de su demostración. "El último paso es comerlo. Abre la boca, ah, mételo y quedará crujiente y delicioso ".

¡Crujido! ¡Crujido! ¡Crujido!

Gu Langu: ... El sonido realmente parecía nítido.

La boquita de Shu Shuishui se movió rápidamente, devorando el saltamontes asado sin dejar rastro. Levantó la vista y vio a Gu Langu todavía sosteniendo el cuenco, perdido en sus pensamientos. Shu Shuishui se rascó la barbilla y dio pequeños pasos hacia el costado del cuenco, tocando suavemente la mano de Gu Langu. "Está bien si no puedes aprender. Yo me encargaré de ello, sólo espera".

Maestro de la ecologización interestelarحيث تعيش القصص. اكتشف الآن