EPÍLOGO

107 12 10
                                    

Una castaña se encontraba en una oficina platicando con otra joven, mientras realizaban un proyecto.

Y eso me dijo la última vez que hablamos, decía Sanae, mientras miraba la pantalla de su computador.

Creo que ya quedo, ¿no?, pronunció Kumi, tras observar la pantalla del computador en donde estaba digitando la castaña.

Sí, guardaré el archivo, contesto la castaña.

Me da gusto saber que Kanda está bien y disfrutando de ese viaje, agrego Kumi.

A mí también me alegra ello, dijo Sanae.

Él también encontrará el verdadero amor, como tú y yo, ya lo verás, acoto Kumi, con una sonrisa en su rostro.

Es lo que más deseo para él, que encuentre el verdadero amor, y sea muy, muy feliz, respondió la castaña.

Y cambiando de tema, ¿Tsubasa pasará por ti hoy?, acotó Kumi, en tono curioso.

Sí, quedamos en almorzar juntos hoy, aunque a pesar de no compartir algún alimento juntos durante el día en esta semana por su trabajo, desde que retomamos lo nuestro, no habido día que él no deje de ir a verme a mi departamento para darme el beso de buenas noches, contesto la castaña con sus ojitos brillosos y una amplia sonrisa en su rostro.

Tsubasa prometió hacerte feliz, y por lo visto lo está cumpliendo, pronunció Kumi sonriendo.

Si, él me hace muy feliz, dijo Sanae.

¿Y cómo van con los preparativos?, un mes se pasa rápido, añadió Kumi.

Ya tenemos todo listo, dijo Sanae con calma.

¡Qué bien! respondió la otra joven.

En tanto:

Un apuesto hombre de cabello desordenado terminaba la presentación de su nuevo proyecto frente a un grupo de personas en uno de los ambientes de la Federación de Futbol de su país.

Es una buena idea, decía uno de los presentes.

Apostar por la formación de menores, pronunciaba otro.

Yo apoyo la idea de Tsubasa, agrego otro de los presentes.

Yo también, decían otros levantando sus manos.

Tras algunos minutos, el nuevo proyecto de Tsubasa fue aceptado de manera unánime.

Tú quedarás a cargo del nuevo proyecto también Tsubasa, decía un hombre de lentes.

Bien, contesto el nombrado.

Minutos después:

El joven de cabello desordenado abordaba un auto, mientras platicaba por celular.

Ya voy en camino Sany, pronunciaba Tsubasa.

Entonces voy dejando todo en orden, escucho.

Si amor, agrego el joven de cabello desordenado, mientras encendía el auto.

Te espero, fue lo último que escucho antes de emprender camino.

En tanto: "Barco"

Un par de jóvenes miraban las olas del mar mientras bebían de unas copas.

Qué rápido pasa el tiempo, ya llevamos un poco más de cuatro meses en este crucero, más de cuatro meses de amistad, más de cuatro meses de complicidad, más de cuatro meses de apoyo mutuo, decía Larissa, mientras miraba las olas del mar.

Sí, es cierto, contesto Kanda, haciendo una breve pausa para agregar; ¡Gracias!

¿Por qué?, respondió la joven posando su mirada en su amigo.

INEVITABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora