Capítulo 9: Una posibilidad para el amor - Parte II

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Un joven de porte atlético junto a una castaña caminaba de la mano por la sala de un aeropuerto, llevando consigo dos pequeñas maletas, las cuales cada uno de ellos llevaban con su mano libre, de repente se vieron rodeados por un gran número de reporteros, fotógrafos y camarógrafos.

¡Gracias! ¡gracias! decía Kanda, tras recibir las felicitaciones de los reporteros, mientras los flases de las cámaras se reflejaban en los rostros del joven de porte atlético y de una tímida castaña.

Luego de varios minutos, y gracias a la ayuda de la seguridad del aeropuerto, Kanda y Sanae lograron librarse de los reporteros y abordar un taxi.

¿Me acompañas por la tarde a ver un auto?, decía Kanda.

¿Entonces si piensas comprarte uno?, respondió la castaña sorprendida.

Claro linda, un auto para los dos, contesto el joven de porte atlético, haciendo que la castaña bajara la mirada. ¿Dije algo malo?, agrego Kanda.

No, claro que no, contesto Sanae, forzando una ligera sonrisa en su rostro.

Tras algunos minutos el auto se detuvo frente a la casa de los padrinos de la castaña, su ahora pretendiente se despidió de ella con un beso muy cerca de sus labios que causo confusión en la castaña y lleno de alegría al joven de porte atlético, luego de ello, la joven, bajo del auto, y el taxi prosiguió su camino.

Dime que no fue un error de percepción lo que acabo de ver, decía otra joven que había estado viéndolo todo através de la ventana de la casa de sus padres.

¿Qué fue lo que viste Kumi?, pronunció la castaña, tras entrar a la casa.

Un beso de despedida, entre Kanda y tú, pero no fue un beso como los que te daba antes de que se fueran a los Estados Unidos, es decir, no fue un beso en la mejilla o en la frente, sino en los labios, agregaba emocionada Kumi.

No, no fue en los labios, fue en la mejilla, aunque muy cerca de mis labios, contesto sonrojada la castaña.

Entonces, ¿ya son novios?, dijo Kumi sonriendo.

No, aún no, aunque tomé tu consejo, decidí hacerlo a mi manera, le dije que puede cortejarme, acoto Sanae.

Pues, ello es un buen comienzo para el amor, ¡te felicito!, no has podido tomar mejor decisión, Kanda te ha amado siempre, de seguro él sabrá ganarse tu amor y hacerte inmensamente feliz, pronunció la otra joven.

Eso espero, respondió la castaña.

Pero cuéntame, ¿Cómo la pasaron en los Estados Unidos?, ¿Cómo se está portando Kanda ahora que ya puede cortejarte?,...., decía Kumi, tras tomar del brazo a la castaña y hacerle que suelte la maleta que llevaba consigo.

1 hora después:

Y eso es todo, decía Sanae.

Kanda siempre ha sido muy detallista contigo, en verdad me da gusto que al fin haya podido obtener esa oportunidad que tanto anhelaba contigo, de hecho, él sabrá aprovecharla, y convertirse así en tu nuevo destino, pronunció Kumi.

Mi nuevo destino, dijo la castaña.

Sí, tu nuevo destino, Kanda es ello Sanae, tu nuevo destino, y hablando de cosas nuevas, ¿pensaste lo que hablamos antes de que te fueras de viaje?, agrego Kumi.

¿Te refieres a lo de independizarme?, dijo Sanae.

Así es, respondió la otra joven.

Si, si lo pensé, y mucho, añadió la castaña.

¿Y a qué conclusión llegaste?, agrego Kumi.

Que lo haré, dijo Sanae.

Buena decisión, entonces debemos ya empezar con los trámites para la adquisición...., añadía la otra joven.

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