Capítulo 28: Inesperado

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(Penúltimo capítulo)

Un apuesto joven de porte atlético se colocaba una chaqueta, al tiempo que su mirada se posaba en una envoltura que estaba sobre una mesa, mientras un recuerdo vino a su mente.

-.Recuerdo.-

Un par de jóvenes cenaban mientras platicaban en un lujoso restaurante.

Creo que no nos alcanzara el tiempo para ir a Nara, pero iremos en las semanas previa a la boda, ¿te parece?, decía un joven de porte atlético, mientras dirigía su mirada hacia un plato que estaba al centro de la mesa y tenía unos dulces de envolturas doradas.

Claro, respondía una castaña.

Coge uno, me dijeron que predicen el futuro de las parejas, agrego Kanda, con respecto a unos dulces, que estaban envueltos en un papel dorado.

¿Predecir el futuro?, contesto Sanae.

Sí, pero no me digas lo que dice tu papel, ello lo haremos unas horas previas a nuestra boda, ¿de acuerdo?, agrego el joven.

Bien, dijo la castaña, desdoblando el papel, para sacar el dulce que venía dentro, al tiempo que miraba la palabra que venía en el papel, lo mismo hacía Kanda.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Estos dulces son muy certeros, pensó Kanda, tomando la envoltura en una de sus manos, luego tomo sus llames, y camino hacia la salida del lugar donde vivia.

En tanto:

Un par de hermosas mujeres compartían una taza de té en el departamento de una de ellas, mientras platicaban.

El día llego, decía Kumi.

Sí, contesto con la mayor calma posible Sanae.

¿Cómo te sientes?, agrego Kumi.

No puedo mentirte, no me siento bien, pero sé que es lo mejor, pronunció la castaña, con nostalgia.

Eres demasiado leal a tus preceptos, dijo Kumi con calma, haciendo una pausa para agregar: El destino es algo que no se puede cambiar.

Lo sé, y Kanda es mi destino, contesto Sanae.

¿En verdad crees ello?, dijo la otra mujer, mirando a la castaña que solo guardo silencio. Tú sabes cuál es la verdadera respuesta a lo que te acabo de preguntar, ya te lo dije una vez y te lo vuelvo a decir una vez más: Querer no es lo mismo que amar, pero como ya tomaste una decisión solo queda apoyarte en la misma, agrego Kumi.

¡Gracias! pronunció la castaña.

¿Quieres que me quede a poyarte con tu arreglo?, dijo Kumi.

No, no es necesario, Kanda contrato a unos estilistas que vendrán a apoyarme con mi arreglo, respondió Sanae.

Claro, entonces nos vemos por la noche, agrego Kumi, poniéndose de pie.

Mientras tanto:

Un joven de porte atlético estrechaba la mano de un par de hombres de trajes elegantes.

Toma asiento, decía uno de los hombres.

¡Gracias! contesto Kanda, sentándose frente a ellos.

Como ya se lo había informado joven Kanda la transacción ya se llevó a cabo...

Horas después:

Un par de jóvenes caminaban por las calles de un pueblo platicando.

Aquí, decía uno de los jóvenes.

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