Capítulo 8: Una posibilidad para el amor - Parte I

98 13 6
                                    

Una castaña se encontraba parada junto a la ventana de la habitación en la que estaba instalada viendo hacia el exterior, mientras pensaba: Tal vez sea lo mejor, Kanda siempre ha sido muy bueno conmigo, y me ama, yo siempre supe ello, sin embargo, nunca le di una posibilidad para intentarlo, sin duda él es muy paciente conmigo, y yo soy muy egoísta con él, tal vez Kumi tenga razón y ya sea momento de aceptar que Tsubasa y yo no retomaremos lo nuestro y darle la oportunidad a Kanda, para que haga su parte y ya no solo me trate como amiga, sino como la personas que me ama y quiere conquistarme.

El pensamiento de la castaña, fue interrumpido por el sonido de su celular, la joven camino hacia el lugar donde dejo el mismo y lo tomo.

Kanda, ya termino tu entrenamiento, dijo Sanae.

Si linda, estoy yendo al hotel para que vayamos a almorzar, escucho.

Bien, te espero, contesto la castaña.

España:

Un par de jóvenes bebían un café, mientras platicaban.

Y todo me fue mejor de lo que espere, decía Tsubasa.

¡Qué bueno! respondió Larissa, haciendo una pausa para acotar: Un par de periodistas de tu país estuvieron por el edificio.

¿Periodistas?, pronunció Tsubasa sorprendido.

Me dijeron que vienen siguiendo tu trayectoria desde Brasil, y que quieren seguir tu debut en la liga española para hacerte un reportaje, así mismo, quieren entrevistarte, ellos me pidieron tu número de celular, yo por supuesto les dije que no podía dárselos, entonces me dijeron que irían a ver tus entrenamiento,...., decía Larissa.

Pues no vi a ningún periodista japonés, contesto Tsubasa.

A lo mejor llegaron tarde y no pudieron ingresar a ver tu entrenamiento, pero sabes dónde te estas quedando, de seguro regresan para que les des su entrevista, respondió Larisa sonriendo.

De hecho, dijo el joven de cabello desordenado sonriendo.

Estados Unidos:

Una castaña escuchaba lo que su amigo le decía, mientras iban en el asiento trasero de auto.

Y ello fue todo, pronunciaba Kanda.

Entonces eres uno de los favoritos, contesto Sanae.

Eso parece, dijo Kanda sonriendo.

Luego de algunos minutos el auto que los trasportaba se detuvo frente a un restaurante, tras cancelar el mismo el par de jóvenes bajaron y entraron al lugar, una vez dentro, ya habiendo ocupado una de las mesas, una mesera se acercó a tomarles el pedido, mientras la castaña dirigía su mirada a un televisor que había en el lugar, y en el cuál se estaba transmitiendo las noticias deportivas más importantes del todo el mundo. De repente llego el turno de su país, aunque no era precisamente de un deportista que estaba en su país de quién hablaban, sino más de alguien que en Japón se empezaba a considerar ya un prodigio por todo lo que había mostrado en la Liga Brasileña, y que ahora estaban ansiosos de ver todo su talento en la nueva liga a la que había decidido migrar.

¡Tsubasa! pronunció la castaña, haciendo que el joven de porte atlético pose su mirada al televisor.

De repente un comentario de un periodista hizo que la castaña sintiera su corazón romperse, mientras su amigo la miro con nostalgia, mientras la mesera esperaba tomar el pedido.

Su pedido, pronunció la mesera.

¡Eh! si señorita, haber me trae un..., decía Kanda, mientras miraba la carta.

INEVITABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora