Capítulo 15: ¿Destino?

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Un joven de porte atlético se encontraba sorprendido tras la confesión que un joven de cabello desordenado le hizo.

Como que quedarte, ¿y tú club?, dijo Kanda, fingiendo desconocer que su rival de amor no había renovado con su último club.

No renové, respondió con calma Tsubasa.

No me digas que algún club de Japón te ofreció mucho más de lo que ganabas en España, contesto el hombre de porte atlético.

Decidí alejarme del fútbol para siempre, agrego el hombre de cabello desordenado con firmeza, causando sorpresa en su rival, al tiempo que su celular empezó timbrar.

No, esto debe ser una broma de mal gusto, pensaba Kanda, mientras su rival tomaba la llamada.
Pero no puede ser en otro momento, decía Tsubasa.

No, el propietario quiere que hagamos los trámites en este momento, pues se irá de viaje y dice que, quiere dejar todo en regla de una vez, pues no quiere que vayamos a tener algún problema ya que no sabe cuánto tiempo le tome su viaje, escucho.

Bien, comprendo, voy para allá, acoto el joven.

Lo lamento, te arruine tu momento con ella, escucho.

No es tu culpa, solo son circunstancias, voy para allá, ya más tarde o mañana sigo con lo pensado, dijo Tsubasa, mientras el hombre de porte atlético lo escuchaba un tanto inquieto.

¿Qué está planeando?, pensaba Kanda.

Me surgió un contratiempo, tal vez regrese más tarde por aquí, o si no será mañana, pronunció Tsubasa, tras haber finalizado la llamada, posando su mirada en su rival.

Claro, le daré tus saludos a Sanae, dijo el joven de porte atlético con cierta ironía.

No lo hagas, quiero darle una sorpresa, respondió el joven de cabello desordenado.

¿A qué estás jugando Tsubasa?, pensó Kanda. Claro, de hecho, Sanae se alegrará de ver a un buen amigo como tú, pronunció Kanda, causando un profundo dolor en el corazón de su rival.

¿Será qué Sanae ya no siente nada por mí?, no, ello es imposible, Sanae me estuvo esperando todos estos años, pensaba Tsubasa.

Bueno, voy con mi prometida, y ¡bien venido a Japón Tsubasa! acoto Kanda, antes de continuar su camino.

Tengo que hablar también con él, pensó Tsubasa, mientras veía alejarse al joven de porte atlético.

Minutos después:

Kanda llegaba a la oficina que ocupaba su prometida y tras el respectivo saludo ambos empezaron a platicar, mientras la castaña apagaba un computador.

Ya está apagado, ya podemos irnos, decía la castaña.

Bien hermosa, ¡vamos! contesto Kanda, mientras pensaba: Tengo que decírselo, después de todo terminara sabiendo que está de regreso.

¡Vamos! agrego Sanae, tomándose del brazo de su prometido.

¡Vamos! respondió el hombre de porte atlético.

En tanto:

Llegué lo más rápido que pude, decía Tsubasa, tras llegar al lugar donde lo esperaba el propietario del departamento que estaba arrendando.

Así es joven Ozora, lamento haber interrumpido sus actividades pero...., respondía un hombre maduro.

No se preocupe, yo comprendo el motivo, contesto Tsubasa.

Como le estuve diciendo a la señorita Larissa, si ustedes deciden comprar los departamentos, me avisan, o si andan buscando algún inmueble más grande como una casa también, los dueños de la constructora que hicieron estos departamentos son mis compadres, y yo podría hablar con ellos para que les vendan un inmueble por un buen precio, decía el hombre.

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