Capítulo 18: Conflicto de emociones

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Una castaña platicaba por celular, mientras sentía su corazón estrujársele.

Así él no me lo hubiera pedido, yo no te hubiera dejado sola, escucho.

Lo sé, respondió la castaña.

Te confundió, escucho.

¿Qué?, dijo Sanae.

Sus palabras te confundieron, ¿verdad?, escucho.

Sí, pronunció con cierta nostalgia, la castaña.

Hermosa, quisiera decirte que Tsubasa está siendo un egoísta, pero si fuera quien estuviera en su lugar de hecho sería tan egoísta como él..., escucho.

¡Kanda! dijo Sanae.

Amor, solo te diré algo, yo ¡te amo! te lo he demostrado siempre, desde que te conocí, y te seguiré demostrándotelo, si él quiere luchar por tu amor, que lo haga, pero eso sí, que tenga en cuenta que yo defenderé mi amor por ti, como siempre lo hecho con acciones, además tú y yo estamos comprometidos, y él debería tener en cuenta ello, ¿no?, escucho.

No debí comentártelo, pronunció la castaña.

Al contrario, hiciste bien de hacerlo, pues ello me demuestra que me eres leal, escucho.

La castaña guardo silencio, al tiempo que su prometido seguía hablando.

A partir de mañana yo te recogeré de tu departamento, creo que debo poner en claro quién soy en tu vida, ¿no lo crees amor?, escucho.

¿Qué?, dijo Sanae.

Quisiera decirte que dejes el departamento y te vengas a vivir conmigo, pero sé que no aceptarás mi propuesta, además sería como darle a entender a Tsubasa que no confiamos en nosotros, y ello no es así, por ello, seguirás viviendo en tu departamento hasta que nos casemos, escucho.

Tras algunos minutos más de platica, la castaña dio por concluida la llamada y se acostó en una cama, pero por más que intento conciliar el sueño, no podía lograrlo.

En tanto: "En otro departamento"

Iré por un trago, pensó Kanda, mientras tomaba su abrigo, unas llaves, para minutos después abandonar el lugar.

El joven de porte atlético al llegar a la playa de estacionamiento abordo su moderno convertible de color azul, y emprendió camino hacia un café-bar.

Departamento de Tsubasa:

Mi bella Sanae, ya me siento más tranquilo, ya saqué todo lo que había guardado durante tantos años en mi corazón, ahora solo me queda esperar tu decisión, pensaba Tsubasa, mientras estaba acostado en una cama.

Café – Bar:

Tras bajar de su auto Kanda se disponía a ingresar al local, cuando de este salía una joven llevando una bolsa de papel en su mano, que él inmediatamente reconoció al igual que ella a él.

¡Hola! no pensé que volvería a verte una vez más, decía Larissa, deteniendo sus pasos frente al joven de porte atlético.

La chica del consejo, pronunció Kanda, con calma.

¿Qué?, contesto Larissa.

Estás ya son horas para beber un buen trago, agrego el joven de porte atlético.

El alcohol no es bueno para las penas de amor, mejor bebé un café, mientras te desahogas con alguien, ello es bueno, tras liberar lo que llevas dentro te sentirás mejor, te lo dice alguien que conoce mucho de las penas de amor, añadió la joven.

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