Capítulo 4: Tu recuerdo

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Ya había pasado un año desde que Tsubasa se marchó a Brasil, dando por terminada su relación con Sanae, un año durante el cual se comunicó cada 2 meses con sus padres, y reprimió con todas sus fuerzas su deseo de llamar a la castaña, para evitar de esa manera retroceder en su propósito, convertirse en el mejor futbolista de su país ¿y por qué no? del mundo.

Sanae por su lado vivia aferrada a los recuerdos pasados junto a Tsubasa, uno de ellos era cada fin de semana ir al cafetín de la universidad a consumir el pastel favorito de ambos, o ir al estadio cada que el equipo donde antes jugaba Tsubasa tenía algún encuentro deportivo, claro ambas actividades lo hacía sola, pues Kanda desde que supo que el pastel que alguna vez le invito le traía recuerdos de Tsubasa, decidió nunca más pedirlos para cuando ellos compartieran algunos minutos en el cafetín después de sus largas horas de clase, así mismo, él cada vez que lograba sacarla de su rutina gracias al apoyo de Kumi, que se había convertido en su aliada para conquistar a la ahijada de sus padres, él la llevaba al acuario de la ciudad, al parque de diversiones o a ver alguna película, claro todas de acción o de comedia, pero no al estadio, pues creía que ello solo haría que no olvide a quién por mucho tiempo fue su rival de amor, y si bien aún seguía siéndolo a pesar de haber terminado con la castaña, pues ella se aferraba a no olvidarlo, él confiaba en que ella llegue a olvidarlo, después de todo el olvido siempre llega con el tiempo y más si hay tanta distancia de por medio, o al menos ello él quería pensar, pues él estaba más que seguro que Tsubasa no volvería a convertirse en su rival de amor, él había renunciado a Sanae, él le había pedido que ahora sea él quien la proteja, quién no la deje sola, él le había pedido que la haga feliz, y ello pensaba hacer Kanda.

Casa Sugimoto:

Tarde de películas, decía Kumi con una sonrisa en su rostro, mientras veía a la castaña, tomar su cartera.

Sí, Kanda insistió en que lo acompañara, él dice que ver una película de a dos es más divertido que verla solo, además dice que como su amiga tengo el deber de acompañarlo cada vez que guste ver una película, que ya no tengo excusa, que estoy tan sola como él, aunque yo no soy su única amiga, tú también lo eres, además también estás sola, contesto la castaña, con calma.

Cierto estoy sola y soy su amiga, pero por derecho de antigüedad, tú eres quien debe acompañarlo, además ver películas te distrae ¿no?, respondió Kumi sonriendo.

Sí, si me distrae, pero...., decía la castaña.

Sanae, eres soltera, son amigos, no es malo salir con un amigo, agrego la Kumi, al tiempo que el timbre de la casa sonó.

Ring ring ring

Parece que ya vinieron por ti, pronunció Kumi con una amplia sonrisa en su rostro, mientras se dirigía a abrir la puerta de su casa.

Kanda es mi amigo, ello es cierto, pero yo sé perfectamente que él...., pensaba la castaña, cuando escucho la voz de la persona que era motivo de sus pensamientos en ese momento.

¡Hola Kumi! decía un joven de porte atlético, mientras se acercaba a saludar a la joven.

¡Hola Kanda! pero que elegancia, pensé que solo iban al cine, pero veo que no será así, pronunció Kumi, guiñándole un ojo al joven del porte atlético, quién estaba vestido con un elegante traje de color azul noche.

Yo pensé lo mismo, dijo Sanae, mientras caminaba hacia el lugar donde estaban los dos jóvenes.

Ja ja ja, que exagerada eres Kumi, y si me vestí así es porque luego de que vea la película con Sanae, y la traiga a casa, tengo que ir a cenar con unos sponsors que quieren apoyar mi carrera deportiva, y ni modo que vaya con ropa casual, respondió Kanda sonriendo.

INEVITABLEWhere stories live. Discover now