CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO.

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Cielas, espero que el capítulo les guste full, si es así, dejen todo su amor y apoyo.

Sin más, disfruten.

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FRANCHESKA.

—Si he aprendido algo con el tiempo, Francheska —escuché la voz de él detrás de mí y me ericé—. Es que el perdón conmigo se habla de rodillas o simplemente no se habla.

Me estremecí con fuerza y apreté mis dientes sobre la tela de la almohada, queriendo ahogar mis sonidos.

—Pero eso no le sirve a usted, ¿verdad? —sus labios rozaron mi oreja y sentí su pecho desnudo pegarse a mi espalda—. No, no lo hace porque sé que puede arrodillarse en este momento ante mí y tragarse todas sus insolencias con mi polla, pero, más tarde, evidentemente ¿va a volver a la misma desobediencia, no?

—N-no —susurré, separando mis dientes de la almohada y solté un grito ahogado cuando sentí que sus dedos pellizcaron mi nalga y, seguido a esto, la abofeteó con suficiente fuerza como para dejarla marcada.

—¿Le di permiso para hablar? —preguntó bajamente— ¿Acaso no le indiqué que solo puede callar, sentir y asentir?

Dios, él iba a matarme.

—Si vuelvo a escuchar un solo sonido saliendo de su boca —sus dientes mordieron levemente el lóbulo de mi oreja—. Voy a dejar mis manos marcadas por días en la piel de su lindo culo, Francheska. Lo haré para que me recuerde cada vez que haga algo tan mínimo como sentarse. ¿Comprende?

Asentí de manera inmediata, sintiendo como mis muslos se empapaban con excitación. Realmente yo antes de Dreey no había conocido lo que era la lujuria y el verdadero deseo, porque esto que estaba sintiendo con él jamás lo había sentido con alguien más.

Tristán había dicho que yo era una mujer usada, pero... La verdad es que desde que había estado con Aleksander, todo él, yo... Me sentía como nueva.

Me sentía viva.

—Su abuela le dio una orden hace poco. ¿Acaso no le dijo que se quedara en su habitación?

Asentí.

Amaba a mi abuela, pero... No había poder humano que lograra mantenerme alejada de mi amor.

—¿Le encanta desobedecer directamente?

Negué.

—¿Entonces que hace aquí?

Pensé en abrir la boca para responderle y ganarme quizás otra nalgada, pero él habló antes que yo.

—¿Me desea tanto que no puede abstenerse ni un poco, Francheska? —su aliento barrió mi piel y asentí frenética—. ¿Me necesita tanto dentro de su persona para que la ayude a redimir todos los problemas que ha creado en estos días?

Tragué con fuerza.

—Porque eso es lo que voy a hacer, Francheska —prometió—. Me la voy a coger tan duro que al final no va a tener más opción que redimirse y jamás olvidar que tiene prohibido ignorarme o olvidarme.

Mi respiración salió a trompicones y tuve que aceptar que tenerlo a él hablándome sucio era la mejor de mis fantasías.

—Estoy obsesionado con usted, la adoro con todo lo que tengo y lo que voy a tener —besó y mordió ligeramente el lugar en donde latía mi errático pulso—. Y así como yo no puedo olvidarla, no hay manera de que yo le permita sacarme de su sistema. No hay manera de que después de como me la voy a coger esta noche, usted camine, se siente o simplemente respire sin pensar en mí y como le di hasta romper todos sus límites y ese lindo y apretado coño.

ALEVOSÍA  [+18]Where stories live. Discover now