The one - pt.1 (78)🏎

8.5K 832 208
                                    




Viernes

Me considero una persona responsable. Planificada, pero no estricta, relajada pero no despreocupada de las cosas. Mi papá dice que por eso, Carlos, Charles y yo funcionamos tan bien; porque soy un punto medio entre los dos. Soy la diversión y trampa en la vida de Carlos, y la organización y las reglas en la de Charles.

Carlos es demasiado riguroso y ordenado, Charles pierde sus cosas todo el tiempo. Y yo, bueno, yo soy Alice.

Es por eso que no estoy estresada hoy. Jamás me había puesto a pensar en mi boda. De entrada porque nunca pensaba casarme, porque creía fervientemente que ese tipo de cosas no le pasan a las personas como yo, así que nunca tuve idea de nada. Nunca hice un álbum de recortes, o me quedaba ensimismada frente a las vitrinas de las tiendas en Nueva York cuando pasaba por ahí, ni me quedaba despierta hasta tarde planeándolo todo.

Y eso me ayudó bastante, porque todas las decisiones las fuimos tomando sobre la marcha. Fue mil veces menos estresante, porque como no tenía ninguna expectativa que llenar, todo iba a resultarme maravilloso de por sí.

Casarme con Charles es lo único que necesito de todas formas.

Así que cuando le propuse el lago di Como, la sonrisa que apremió su cara fue la única respuesta que necesité. Es el lugar perfecto para nosotros. Es precioso, privado, y aparece en Star Wars, que es una de nuestras películas favoritas. Estoy convencida de que cualquier romántico que sea fan de esa franquicia, también quisiera casarse aquí.

Así que Henry, nuestro organizador, se puso manos a la obra en cuanto le dimos el visto bueno, y nos consiguió una enorme villa de más de 80 habitaciones para los invitados. Todo lo demás que es parte de la boca lo resolvimos entre los dos: las flores, la comida, la estética del lugar. Resulta ser que fue todo mucho más fácil de lo que yo pensaba. Y gran parte de eso, fue gracias a que un día, después de cenar, estábamos platicando de varias ideas para la fiesta, y Charles había sacado del bolsillo de uno de sus sacos, una servilleta doblada, con tinta algo corrida pero todavía legible, que señalaba varios puntos. Dicho papel correspondía a la servilletas entregadas en la boda de Blanca, la hermana de Carlos. Al parecer, Charles, después de indagar y preguntarme cómo me gustaría que fuera la nuestra, corrió a buscar papel y pluma para anotarlos ahí mismo. Y esa ha sido nuestra única referencia para llevar todo a cabo.

Realmente dijo: es una herramienta que me ayudará más tarde. Y aquí estamos.

Y claro que le di una buena recompensa por ser tan buen novio, siempre atento a lo que digo. Porque siempre digo que estoy consciente, pero él me hace estar consciente. Charles me dijo que quería que nos casáramos apenas un par de semanas después de comenzar a salir, yo me lo tomaba a juego, pero él jamás lo hizo porque lo tuvo claro desde el principio.

Y sé que ya llevamos mucho tiempo juntos, y que tenemos un perro, compartimos departamento y siempre vamos a donde mismo, que prácticamente ya estamos casados, pero aún así, creo que no se le ocurrió un mejor momento para hacerme la pregunta.

– Podríamos comprar una casa aquí. – señala al acercarse conmigo y poner sus manos sobre el barandal. – Venir en las vacaciones, o cuando queramos, está a un vuelo de distancia de casa, o a un par de horas en carretera si es que prefieres dormir.

Este lugar es majestuoso, nunca había visto nada igual, y no tengo idea de por qué no había venido nunca antes, pero me agrada la idea de que la primera vez haya sido con Charles, sobretodo para algo tan grande como nuestra boda.

– Me encantaría comprar una casa aquí. Sería un buen lugar para vacacionar. Y no sé, creo que podemos costearla. – digo bromeando, dejándome abrazar por él.

FORMULA HEART || Charles LeclercWhere stories live. Discover now