FORMULA HEART || Charles Leclerc

The next morning (24.5)🏎

Mini capítulo de cortesía. El capítulo de verdad llega el miércoles, disfruten✨

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La tenue luz naranja se cuela por la ventana y yo sé lo que eso significa. Tomo mi celular de la mesita de noche y me escondo detrás de la cortina para no tener que abrirla por completo y despertar a los Ferraris. El cielo está pintado de color naranja con morado, un amanecer hermoso, personalmente de mis favoritos.

Desde que vivía en Nueva York a los 12 años, aprendí a diferenciar cuando un amanecer valía la pena fotografiar. Aprendí todas las combinaciones de colores habidas y por haber, y decoré mi cuarto del internado con fotos instantáneas de todos mis amaneceres favoritos, solía escribirles la fecha. 

Mi favorito fue un amanecer rojo con naranja. Los colores parecían derretirse y plasmarse en las ventanas del edificio Empire mientras el sol naciente se reflejaba en el agua. Me daba una paz tremenda verlo todos los días, era casi una recompensa después de un día difícil ver esa foto pegada justo en el medio de todas las demás.

Dicho atardecer corresponde a la fecha del 16 de octubre. 

El cumpleaños de Charles.

Le tomé las fotos necesarias y me quedé ahí hasta que los colores se transformaron en el azul de la mañana.

Me gusta la calma de estos días antes de la carrera. Es curioso que cuando estás en la escuela anhelas los fines de semana porque son los días libres, pero en la F1, es todo lo contrario, los fines de semana siempre son los más ajetreados y llenos de trabajo y estrés, mientras que un lunes, por ejemplo, es de los días más relajados de la semana.

-¿Amanecer bonito?.- susurró Charles con voz ronca cuando regresé a la cama.

-Estás despierto.- dije al verlo sentado en el sillón, revisando algo en su celular.

-Y tú estás aquí.

-¿Ah?

-La última vez que dormimos juntos me desperté y no estabas a mi lado.

-Lo dices como si lo hubiera hecho miles de veces, solo fue una.- reí.

-Y espero que sean muchas más.

-Shh, Carlos va a escucharte.

-Tiene el sueño muy pesado. Además, como si no sospechara, ¿no escuchaste todo lo que nos dijo ayer?

-Quisiera olvidar todo lo que nos dijo ayer.- me dejé caer nuevamente sobre la cama.

Rió.

-Alice, aprecio mucho que quisieras quedarte ayer. Sé que no lo hiciste por mí, pero desde mi perspectiva es un logro. 

-También fue un logro para mí, Charles. 

De pronto mi cuerpo reaccionó como cuando vas a confesar algo; mi corazón late con fuerza bajo mi pecho, y mis manos no pueden dejar de jugar entre ellas. 

-Uhm, ¿Charles?.- dije antes de que me arrepintiera. 

-¿Sí?

¿De verdad voy a decirle esto aquí? ¿Con Carlos presente dormido a pocos centímetros de mí? ¿Qué pasa si se despierta a media conversación? 

Su mirada no suelta la mía. Me ve con sus ojos de cachorrito. Su cabello está despeinado y su collar está torcido, sus anillos yacen en la mesa... y se ve tan guapo inclusive así. 

Imaginé cómo sería despertar a su lado todos los días. Y no me refiero a así, como en este momento. Me refiero a despertarme con su pecho pegado a mi espalda y sus brazos rodeando mi cintura.