Capítulo 30

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[5 de la décimo segunda luna, año 116 D.C] [Diciembre]

Etta sujetó a la bebé cubierta de sangre y placenta, rápidamente la envolvió en una tela que una comadrona le paso. En un movimiento rápido con tijeras quirúrgicas cortó el cordón umbilical.

Diez dedos en las manos y diez dedos en los pies.

—¡Una niña! ¡Alabada sea la Madre Magia! — sonrió Etta a Rhaenyra.

Su nuera, cubierta de sudor extendió sus manos pidiendo a su bebé. Florence Tyrell agradeció a la Madre Divina.

Etta vio como acercó a la bebé a su cara, aspirando el olor, sonriendo, con los miedos disueltos. Una niña sana y perfecta, un primer parto exitoso.

Cecilia y Arya llenaron una pequeña tina lista para limpiar a la bebé, mientras Ellyn cepillaba el pequeño conjunto que usara por primera vez.

Lily se apresuró a pasarle un vial donde descansaba una poción para que Rhaenyra se la tomará para que expulsara fácilmente la placenta.

La sala se abrió dejando ver a Elinda Massey, la chica que ocupó el puesto de Lily como dama de la princesa.

—Princesa — dijo la chica con voz temerosa. Las otras dos comadronas que asistieron a Henrietta miraron a la chica.

Todos en la sala dejaron lo que estaban haciendo, la sonrisa de Rhaenyra desapareció de inmediato.

—La reina demanda que el bebé sea llevado a ella — siguió Elinda — De manera inmediata.

—¿Por qué? — preguntó a la defensiva Rhaenyra, luego soltó otro grito, Etta miró entre las piernas, rápidamente cogió una bandeja y recibió la placenta.

Le hizo señas, y Lilly le dio a beber una poción para prevenir la fiebre puerperal. Su nueva nieta regresó a sus manos y la colocó en el cambiador que mandó a hacer la el bebé.

Ató una cinta esterilizada el cordón cerca de la pancita, luego Cecilia acercó la pequeña tina y Arya empezó a empapar los paños, con cuidado entre las tres limpiaron al bebé.

—Yo misma la llevaré — dijo Rhaenyra con claro dolor.

—Tu te quedas aquí — contestó Henrietta a su nuera mientras limpiaba a la bebé con los paños — Acabas de dar a luz. Cette salope dénaturée. (Esa perra desnaturalizada) — insultó Etta a la reina en francés.

—Pero la reina ordena — Elinda parecía nerviosa.

—No le de gusto, princesa — dijo Florence — Usted acaba de dar a luz, debe reposar.

Ellyn y Florence, mojaron más paños para limpiar a la princesa, una criada tendió la cama. Luego de ser limpiada por todas partes, en vez de suturar como lo harían los muggles, Henrietta lanzó un encantamiento para ayudar en la zona de feminidad de su nuera.

—Uhh frío — tembló Rhaenyra.

—Lo sé, querida — sonrió Etta.

Acostaron a la princesa y le pasaron a la bebé, las dos acostadas, la bebé abría su boquita y maullaba como un gatito. Etta ayudó con los cordones del camisón y le explicó el agarre para que amamantara.

—Avisen a Artu — le ordenó Etta a cualquiera de las damas mientras se quitaba el delantal.

Hace casi tres años que no ejercía profesionalmente como medimaga, por lo que en vez de usar el uniforme, solo se puso un delantal sobre su vestido negro.

Lily fue la que se ofreció y fue por Arcturus.

—Necesito que se vayan por un par de horas — dijo Etta — Cuando un bebé mágico debe estar solo con ambos padres para que perciba la magia. Luego podrán volver a ver a la bebé.

TIMELESS    [House of The Dragon ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora