TIMELESS [House of The Dragon ]

Capítulo 2

Etta cenó con sus hijos, todos lucían preocupados, incluso Lily se fue temprano a su habitación y se encerró con la música en alto.

Hello, Mr. "Perfectly fine"

How's your heart after breaking mine?

Mr. "Always at the right place at the right time, " baby

Hello Mr. "Casually cruel"

—Madre. ¿Qué haremos? — dijo James — Estamos rodeados por muggles.

—No será por mucho tiempo — contestó Etta tratando de ser positiva — Esperemos que la Madre Magia nos guíe para salir de esto. Lily empezará el año en Beauxbatons y ... oh mi trabajo.

—Tranquila madre — Artu la tomó de la mano, Etta al estar en casa y con sus hijos se había despojado de sus guantes —Estaremos bien.

Etta asintió con la cabeza, y los tres fueron a sus habitaciones, ella se colocó un camisón tinto. Miró el reflejo del espejo, ahí estaba ella, con su largo cabello negro cayendo hasta sus rodillas, Henrietta tomó su cepillo mágico.

De oro puro y con un rubí ( su piedra natal) incrustado. Había sido elaborado por su padre James en su primer año y Sirius lo había reforzado con su firma mágica.

Pasar las hembras por su cabello le recordó a Sirius cepillándolo cada noche, para que su reserva de magia se hiciera más fuerte.

Su reflejo lucía cansado, los últimos dos días fueron estresantes. Primero Antoine no había tenido control en su criatura interna, y el Veela dentro de él había pensado que ella lo estaba engañando y decidió acabar con su vida.

Aún las marcas de sus dedos se estaban mostrando alrededor de su cuello pálido.

Y ahora el hechizo de traslado, se supone que las movieron a Suiza, solo porque en ese país Antoine Leroy estaba vetado por la comunidad mágica y si ponía un pie en el país, el Ministerio lo ejecutaría.

Nunca supo el porqué, y él jamás le dijo.

Henrietta Isobel Potter-Black miró su imagen en el espejo, la misma cara que ha visto toda su vida, pero sus ojos, hace algunas horas eran dos brillantes ojos verdes que todo el mundo le recordaba a Lily Potter, pero la imagen se había distorsionado, y el izquierdo se había teñido de violeta.

Terminado su cepillado se acostó en su cama repasando en que había fallado el ritual para acabar varados en otro maldito mundo.

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Ser Harrold recibió de manos del rey el pergamino enrollado con la invitación para la bruja.

El primer miembro de la familia real en ver la tétrica casa a la que la señora Potter-Black se refirió como mansión fue la princesa Rhaenyra.

La princesa había estado de pésimo humor desde que su padre tomó segundas nupcias con Lady Alicent , y Harrold intuyó que la decisión del rey en tomar a una esposa a la hija de su Mano fue porque de seguro la dama hacía más que leer en su habitación.

El rey le ordenó que no le dijera nada a la princesa de sus visitas nocturnas. Harrold obedeció a su rey, pero espero que Lady Alicent hablara con la princesa.

Y no fue así.

—"¡No me toques!" — había chillado la princesa cuando Lady Alicent trató de hablar con ella luego del anuncio del matrimonio — "¡¿Cómo pudiste?! ¡Eras mi amiga y ahora lo que veo es a una puta oportunista!"

La princesa pensó lo peor, y con mucha razón, la reina no llevaba un año muerta cuando el rey dijo que volvería a contraer nupcias.

El humor de la princesa empeoró con el nacimiento del príncipe Aegon, todos en la corte parecían esperar el anuncio del rey nombrado a su primogénito como su heredero, pero la princesa aun ostentó el título de Princesa de Dragonstone aun con la segunda llegada de un nuevo hermano.