-Estoy muy orgulloso de ti, Alice. No solo de lo que has logrado o lo que haces, pero de la persona en que te has convertido. Estoy seguro de que si tu mamá estuviera aquí, te diría lo mismo que yo.

-Gracias, papá. Por todo, todo.- espero que sepa a lo que me refiero. Que estoy hablando de haberme traído aquí, apoyarme siempre, estar ahí para mí.

-No necesitas que nadie te cuide, pero me alegra mucho que haya sido Charles.

Me limito a sonreír, la falta de palabras ante todo esto que parece superarme una vez más.

-¡Ah! No abusen de Carlos, ¿okay? Él no puede cocinarles por siempre. Van a tener que encontrar una solución para eso.- dice al salir del lugar.

Qué exagerado, es un ganar- ganar desde mi perspectiva.

De igual forma regreso a la sala, Charles ya había desempacado algunas de mis velas aromáticas y las estaba apilando para subirlas a la habitación.

-¿Qué te dijo cuando subieron? Fue más que obvio que no quería que escuchara.

-Nada. Solo que había sido buena idea habernos mudado juntos antes de casarnos.- responde con su atención puesta en sacar con extremo cuidado, uno de sus trofeos.

-No te dijo eso.

-¡Te juro que sí! Todo mundo lo anticipa, Alice. Tú también deberías hacerlo.

-Ya, ya. Mejor ayúdame a buscar mi ropa, Charles, no puedo vivir usando tus sudaderas todo el tiempo.

-No es como que eso te hubiera detenido antes.- masculla por lo bajo abriendo cajas y cajas con la esperanza de encontrar algo mío, aunque sin éxito.- Pues vas a tener que acostumbrarte, princesa. Tal vez sea para lo mejor. Puedes seguir usando mi ropa todo lo que necesites, pero la casa también tiene que ganar algo, así que voy a quitarte mis pants.

-Qué benevolente, muchas gracias.

Avanzamos mucho durante el día, viendo carreras de temporadas pasadas en repetición solo porque nos dimos cuenta de que nos resulta agradable el sonido del motor de los monoplazas, y yo disfruto mucho que Charles me explique lo que pasaba por su mente en ese momento exacto. Me gusta mucho eso ahora que me doy cuenta; escucharlo hablar de las cosas que le apasionan.

-Okay, se está haciendo algo tarde, entonces estaba pensando en cena y una película en casa. ¿Puedes creer que llegaría un momento en el que ambos nos referiríamos a "casa" como un mismo lugar?

-Comida en casa suena bien, Char. ¿Qué película te gustaría?

-Uh, va a ser la primera del resto de nuestra vida, tiene que ser una buena.

-Qué forma tan curiosa de decir que quieres ver Cars otra vez.

-Uh, no lo había pensado, pero si esa quieres, yo no tengo problema. Déjame ponerla y después...

Sus palabras quedaron suspendidas en el aire, interrumpidas por un trueno ensordecedor que trajo como resultado lo peor que le puede pasar a una pareja joven que recién se está mudando al edificio. Se fue luz.

El departamento quedó en penumbra casi de inmediato, y con ello, había frustrado nuestros planes de continuar empacando hasta tarde, pero de igual forma, hay algo pacífico en el sonido de la fuerte lluvia, y la luz de la ciudad iluminando pobremente la habitación.

-Maravilloso.

-Así no era como quería pasar nuestra primera noche aquí.- dice al dejar su celular en la barra de la cocina con frustración, luego de encender la lámpara de éste.

FORMULA HEART || Charles LeclercWhere stories live. Discover now