Qu Wei estaba llena de anticipación mientras esperaba el dinero que le pertenecía.
Se paró abajo y caminó de un lado a otro, sin saberlo, cada vez más ansiosa. ¿Por qué Cheng Jun no había venido a buscarla todavía?
Un hombre desconocido salió de la Compañía Jiacheng. Estaba vestido con un traje y parecía refinado. Por supuesto, Qu Wei lo reconoció. Era Xiao Fan, quien anteriormente había estado a cargo de la hospitalización del padre Cheng. Habían interactuado antes. Xiao Fan se empujó las gafas y se acercó a ella.
Qu Wei instintivamente esbozó una sonrisa avergonzada. "¿Dónde está Cheng Jun? Tengo algo de qué hablar con él. "
"El jefe está demasiado ocupado con el trabajo, así que me dejó encargarme".
"¿No me digas que estás aquí para asustarme como la última vez y no darme un solo centavo?" Qu Wei recordó de inmediato el momento en que el padre Cheng fue hospitalizado. Sólo le reembolsaron los gastos del hospital, por lo que no recibió ni un centavo.
Xiao Fan sonrió de manera amistosa. "Por supuesto que no." No sólo no le permitieron recibir ni un solo centavo, sino que también querían que escupiera su propio dinero.
Qu Wei todavía no bajó la guardia.
La expresión de Xiao Fan le hizo sentir que tal vez no terminaría bien. Apretó los dientes y dijo: "Llame a Cheng Jun. Tengo algo que decirle".
Xiao Fan dijo: "Si tienes algo que decir, dímelo. Te pasaré el mensaje".
"¡Este es nuestro asunto familiar! ¡Soy su madrastra! "
Qu Wei levantó la voz y atrajo la atención de las personas que los rodeaban. Qu Wei parecía haber recibido un impulso. Se cubrió la parte inferior del abdomen con confianza y dijo: "Tengo un hijo. Pase lo que pase, estos siguen siendo el hermano y la hermana menores de Cheng Jun. No puede simplemente dejarme en paz, ¿verdad? "
La expresión de Xiao Fan cambió.
"¿Niño?"
Qu Wei entrecerró los ojos con frialdad y levantó la barbilla con orgullo. "Esta vez tengo una razón. Como madrastra, ¿no debería él, el hijastro, apoyarme? Cuando mi marido muriera, él sería el único que me quedaría..."
Xiao Fan se subió las gafas. "Está bien, está bien, lo tengo."
"Te prometo que si me das el dinero, nunca te acosaré".
Xiao Fan dijo: "Primero tengo que comprobar el estado del tío Cheng. Ya sabes, aunque al jefe no parece importarle el padre en la superficie, en realidad se preocupa mucho por él. Definitivamente será bondadoso".
Qu Wei parecía haber recibido una garantía. Rápidamente dijo: "Entonces vayamos juntos. Yo te acompañaré".
Pensando en las palabras del jefe, Xiao Fan sonrió.
Ruan Qiuqiu estaba sentado en la oficina de Cheng Jun.
No pudo evitar preguntarle a Cheng Jun: "¿Qué vas a hacer?".
Con las manos en los bolsillos, Cheng Jun caminó lentamente hacia la silla frente a ella y se sentó. "¿Quieres almorzar en la cafetería? ¿O vas a salir a comer? "
