Cheng Jun dijo que dado que la otra parte quería los borradores de diseño de Jiacheng, entonces deberían entregárselos.
Sólo... Los borradores de diseño que dieron fueron los rechazados de su primera iteración y que ya no estaban usando.
Dado que alguien se había esforzado en entregarse a la puerta de su casa en busca de la muerte, si no ganaban algo de dinero con ello, ¿cómo podrían seguir viviendo con eso en su conciencia? Después de discutir cosas con Cheng Jun, Ruan Jiu Jiu organizó una pequeña reunión con Tu Nan y el Sr. Meng. El señor Meng decidió qué borradores darles, e incluso eligió malvadamente los que menos le gustaban.
Después de repasar todos los detalles del plan, Ruan Jiu Jiu envió un mensaje a Lin Li. “Ya recibí los productos. ¿Cuando debemos cumplir?"
Lin Li estaba más que emocionado cuando recibió ese mensaje.
El mismo día, acordó reunirse con Ruan Jiu Jiu en la misma tienda de postres que la última vez. Incluso instó a Ruan Jiu Jiu a ser más cautelosa y a no permitir que nadie de la empresa descubriera su reunión. Naturalmente, Ruan Jiu Jiu estuvo de acuerdo.
Hoy, como de costumbre, los vientos helados soplaban por las calles. Ruan Jiu Jiu tenía tanto frío que se estremeció por completo. Una vez que llegó a la tienda de postres, vio de un vistazo una figura regordeta. Como era de esperar, era Lin Li. Lin Li estaba a punto de demoler un pastel de crepé milhojas. Tenía crema pegada en la cara pero no se dio cuenta. Ruan Jiu Jiu curvó los labios y se acercó, sonriendo levemente.
La forma en que miraba a Lin Li era como si estuviera mirando un grueso fajo de billetes. No importaba cómo lo mirara, lo encontraba adorable.
Su sonrisa se amplió.
A pesar de que Lin li se había acostumbrado a ver bellezas en su línea de negocio, todavía se sentía un poco avergonzado por dejar que Ruan Jiu Jiu lo atrapara en desorden. Especialmente cuando ella le sonrió tan bellamente.
Lin Li inmediatamente tomó una servilleta y se secó la boca, invitando a Ruan Jiu Jiu a tomar asiento.
"Deberías pedir algo".
Ruan Jiu Jiu pidió una taza de té con leche de perlas para calentarse las manos.
Lin Li preguntó: "Los borradores..."
Ruan Jiu Jiu enarcó una ceja. “Asegúrate de cuidarlo bien. No fue fácil para mí obtenerlo”. Después de todo, pasaron la mitad del día hurgándolos.
"Por supuesto por supuesto."
Ruan Jiu Jiu colocó una unidad USB sobre la mesa y se la acercó. Lin li inmediatamente lo agarró y lo limpió con cautela varias veces antes de guardarlo en su maletín negro. Al ver sus movimientos incomparablemente cuidadosos, Ruan Jiu Jiu sintió que era un poco divertido.
Lin Li habló. “Por ahora te pagaremos 3 millones. El resto debe esperar hasta que nuestra empresa dé el siguiente paso a considerar”.
El párpado de Ruan Jiu Jiu tembló. Por una fracción de segundo, su expresión en realidad parecía idéntica a la de Cheng Jun mientras sus hermosos ojos se alzaban ligeramente. Incluso el tono de su voz era una copia exacta de sus modales lentos y apacibles. "Ustedes no planean violar los términos del acuerdo, ¿verdad?"
