53

123 18 0
                                    

Rain

Entonces descubrí cuál era mi historia y línea favorita de tu cuerpo.

Nos habían prohibido bajar al piso de abajo, no sabíamos qué estaban haciendo Lili y April, pero olía demasiado bien y mis tripas rugían con fuerza. Como pasase un solo segundo más, acabaría perdiendo la paciencia, por ello Harry, Archie y yo nos encontrábamos en el suelo, al lado de las escaleras, esperando a que nos llamasen como si fuéramos perros.

—¡Me muero de hambre! —chilló Archie restregándose por el suelo—. ¡Chicas!

—¡Enseguida! —contestaron, como las últimas diez veces—. ¡Necesitamos un voluntario para la mesa!

Antes de que pudiera reaccionar, Archie ya se había incorporado y había corrido escaleras abajo abandonándonos.

—¡Traición! —Harry lo dijo entre risas mientras volvía a leer el libro de sus manos—. Nos quieren matar de hambre.

—Creo que están preparando un gran banquete, al ser la última cena...

—Sí, Lili lo ha llamado «la última cena», pero obviando traiciones y muertes... Aunque alguien ya nos ha traicionado... ¿¡Verdad Judas!?

La verdad es que iba a echar en falta estar todos bajo el mismo techo, la convivencia había sido graciosa y agradable. Siempre creí que era más de vivir solo, me equivocaba completamente.

Cuando por fin nos llamaron no nos equivocamos en absoluto, había mucha variedad de comida en la mesa, tanto dulce como salado, y se notaba que se pasaron toda la tarde entre aquellas paredes para hacerlo. Me acerqué a April y le limpié la harina del rostro, me mostró una sonrisa cálida mientras mis dedos pasaron por sus pómulos y labios. Después nos sentamos en la mesa y hablamos de la vuelta, algo que no nos hacía especial ilusión, pero no nos quedaba otra.

—Quitando a Judas el traidor... —Harry miró a su hermano—. Muchas gracias por la cena, chicas.

Ellas se sonrojaron y comenzaron a discutir sobre qué plato les había costado más elaborar. Todo estaba buenísimo, absolutamente cada cosa que me echaba en el plato. Aunque después nos encargamos nosotros en recoger y fregar los cacharros mientras se tumbaban en el sofá para hablar de sus cosas, esta vez Archie no se libró.

Notaba como las horas pasaban con más rapidez y quería detener el tiempo para no marcharnos jamás, me encantaba la casa, me encantaba el ambiente y la sensación de hogar que tanto ella como los demás me provocaban.

Adecentamos la cocina para así no tener que hacerlo a la mañana siguiente, nos aseguramos de ello y subimos a las habitaciones, Lili placó a Archie por el pasillo mientras Harry apartaba las cosas peligrosas para que no rompieran nada, yo solo pude reírme al ver como Archie intentaba defenderse, pero no podía. Me encerré en la habitación y escuché la ducha, eso significaba que April se estaba duchando en mi baño y me provocaba una sonrisa. El olor que dejaba después me paralizaba, y su piel se encontraba mucho más suave. Aunque ya de por sí así era, no había día que no me diera cuenta de ello. Decidí seguir leyendo mientras que Parches se hacía un ovillo en su cama, lo contemplé durante unos segundos y me perdí entre las páginas del libro para no volver hasta que ella apareciera.

No sé cuánto pasó, pero la puerta del baño se abrió y se lanzó a mi lado de la cama. Yo la contemplé y besé su cabeza cuando apoyó esta en mi pecho, olía tan bien que no podía evitar pegar mi nariz a su pelo.

Fue entonces cuando bajó de la cama y se puso de pie a mi lado. La contemplé de arriba abajo porque parecía querer decirme algo. Iba vestida con una camiseta de las mías, no sabía si llevaba pantalones porque esta podía ocultárselos, pero me fijé en sus piernas y el brillo de estas, seguidamente en su rostro.

Por medio de palabrasWhere stories live. Discover now