Mis ex quieren matarme y no puedo escapar.

#96

"Eres suficiente para mi sirviente ahora".

"ah... ... . sí, estoy bien."

Los sirvientes de Martius o Absilon podían simplemente decirme que fuera amable con ellos, y Ludwig no era particularmente cruel con sus subordinados.

... ... tal vez.

"Entonces le preguntaré a los demás".

"Um, pero ¿puedo preguntarle a ese amigo también?"

De repente, recordé lo que pasó el día de la entrevista. El tipo casi sin expresión se tiñó la cara de azul y vomitó. Tardíamente me preocupé de que pudiera ser por Ludwig o Cesare.

"Está bien, entonces pregunta y dime".

"gracias."

Sintiéndome mejor, respondí con una amplia sonrisa, y Cesare tocó mi mejilla.

"No te mueras".

"¿Sí?"

"Gracias a ti, estos días son divertidos. Hace mucho tiempo."

Después de decir eso, Cesare se movió hacia la mesa del comedor.

"Oh, de ahora en adelante no tienes que traer las comidas regulares de los soldados".

"¿por qué?"

"Éste es para ti."

Cesare dijo, golpeando una de las bandejas colocadas frente a él con su dedo índice.

"ah... ... ."

Realmente parece gustarle.

Forcé una sonrisa, tratando de no recordar el pasado que Cesare había tocado a los asistentes.

Bueno, bueno no es bueno.

"Luego me lavaré y volveré a comer".

dije, señalando la ropa empapada en estofado. Cesare asintió con indiferencia y dijo.

"Si, ve. Oh, escuché que hay una fuente termal a unos 50 metros al norte de aquí. Es posible que los soldados ordinarios no puedan usarlo, así que traiga mi tarjeta de identificación simple con usted".

"gracias."

Estaba a punto de salir de la tienda, pero me di la vuelta y miré a Cesare. Cesare me sonrió con la cabeza levantada, probablemente notando mi mirada mientras comía con perfecta elegancia.

"¿por qué?"

"Estoy preguntando en caso de que cometa un error. ¿Cuál es el título de tu trabajo?"

"tal vez... ... ¿Debes ser el comandante?

"bueno. gracias por decirmelo."

Negué con la cabeza mientras salía de la tienda.

Designar comandante al emperador de un país enemigo en guerra. El país está condenado, Ludwig.

* * *

Cesare me dio una tarjeta de identificación simple para ir a las aguas termales, pero no tenía ningún deseo particular de ir a las aguas termales. 

Fue porque a Ludwig y Mathias también les gustaban bastante las aguas termales. Y como si hubiera algo así como una maldición en un baño de aguas termales, me encontraba con Ludwig y Mathias cada vez que iba allí. ¿Está diseñado de esa manera o qué?

Fingiendo ir a las aguas termales, caminé moderadamente por el bosque y me detuve. El débil sonido de monstruos llorando vino desde muy lejos.

  Las mazmorras son definitivamente diferentes. No es un búho o un saltamontes, es el sonido de un monstruo llorando.