Mis ex quieren matarme y no puedo escapar.

#53

Después de que Martius se fuera, me quedé exhausto en la cama. Al escuchar un crujido, abrió un ojo para ver a un sirviente que había entrado y limpiado la habitación desordenada. Abrí a la fuerza mis ojos cerrados y me puse de pie al ver a un sirviente algo familiar. Era el sirviente que había entregado el mensaje de Ian el otro día, pidiendo postre.

Al sirviente que estaba recogiendo un libro que se había caído al suelo, señalé con el dedo un vaso de agua que estaba lejos.

"No tengas sed. Dame agua."

"......."

El sirviente vino hacia mí con pasos rápidos mientras sostenía un libro. Me puse de pie y susurré al oído del sirviente que sostenía la taza de agua.

"Voy a salir en mi cumpleaños".

Ante mis palabras, el sirviente me miró sin expresión y asintió con la cabeza. Mi corazón comenzó a latir. De alguna manera, tenía la sensación de que las cosas saldrían bien.

* * *

"¿Estás listo?"

"Ay, entra".

La puerta se abrió y Ludwig entró. El Ludwig adulto estaba más guapo que de costumbre.

"Te ves estupenda hoy."

En mi cumpleaños, estaba de un humor inusualmente bueno y elogié a Ludwig con una sonrisa. Ludwig me miró sin comprender y luego miró hacia otro lado.

"Te ves bien hoy también".

"Yo siempre estoy bien."

Si pudiera romper la guardia, siempre podría darle este nivel de elogio. Me crucé de brazos con Ludwig y salimos juntos de la habitación. Los sirvientes nos siguieron en silencio. Atravesando los interminables pasillos, llegué a la puerta de hierro. Las docenas de puertas de hierro cerradas con llave se abrieron con un sonido metálico tan pronto como Ludwig se acercó. Parecía ser un dispositivo mágico diseñado por Absilon.

Lo lamento. La enorme puerta de hierro se abrió, revelando la silueta de una escalera sin fin.

"Sígueme."

"Eh, sí".

Cuando Ludwig subió las escaleras, las piedras de maná incrustadas en el techo se iluminaron gradualmente. En una atmósfera de ensueño, miré a mi alrededor sin comprender. De pie al final de las escaleras, Ludwig me miró.

"Vamos."

Me aferré a las palabras de Ludwig, agarrando su manga. Ludwig tocó la puerta de hierro con la mano. La pesada puerta de hierro giró lentamente con un fuerte ruido. Una luz que era incomparablemente más brillante que el subsuelo gradualmente llenó mi visión.

Un interminable pasillo rojo. Luz brillante del sol entrando por la ventana. También sé que esto es luz artificial. También sé que es la luz del sol hecha de 0 y 1. Pero no pude evitar sentirme abrumado. Ludwig me miró con indiferencia mientras yo permanecía inexpresiva mirando el paisaje circundante.

"Es deslumbrante... ... ."

Extendí mi mano hacia la luz del sol que caía como lluvia. La vista de los pelos en el dorso de sus manos y brazos brillando en oro era hermosa. Ludwig, de pie a mi lado, me miró y dijo en voz baja.

"feliz cumpleaños."

"... ... gracias."

Sin que yo lo supiera, Komeng-maeng respondió con una voz. Olfateando y olfateando, comencé a caminar al lado de Ludwig.