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Te'Suaí Sully

Por alguna razón que desconozco, había pasado todo el día en compañía de Cóatl y este no había protestado. Era extraño ver esta nueva faceta de él, era bastante curioso y no había perdido la oportunidad de cuestionarme sobre mi clan, debo admitir que fue bastante divertido explicarle el Iknimaya. Su reacción al enterarse que yo no tuve que hacer ese rito para convertirme en una Ikran Makto, fue sublime para mi diversión. Yo tampoco me había quedado atrás y le había preguntado acerca de las costumbres de los Metkayina.

Por fin he salido de dudas con los tatuajes de la gente del arrecife, resulta que estos tatuajes tienen un propósito similar a los cordones musicales y cada uno es único, marca un evento importante en la vida del na'vi. Aunque también me había explicado que simbolizan los rangos de las personas en el clan, eran bastante atractivos desde mis ojos.

Por alguna razón quiero uno igual.

Dudo que padre me deje hacerlo.

Cóatl posee hasta ahora cuatro tatuajes, el que más me llamaba la atención era el que cubría su rostro. Según me había contado parte de él representaba su puesto como cazador y la otra como guerrero, así que era como dos tatuajes en uno. Me sorprendí al descubrir que el novato es un cazador de aguas profundas, esta se realizaba fuera del arrecife y el clan la tenía marcada como la más peligrosa, no todos los cazadores lograban alcanzar la habilidad para moverse con agilidad en las profundidades. Donde habitaban las bestias más peligrosas del océano de Pandora.

El tatuaje de sus hombros era una marca de protección y seguridad bendecida por la gran Madre, se hacía en un ritual dirigido por la tsahik. El de su antebrazo era el más reciente, se lo había hecho por el nacimiento de Swin'ara y no había dejado de la oportunidad de fastidiarlo al decirle que tenía un lado tierno en lo profundo de su sarcástico ser. Mientras que el último reposaba casi en su pecho, permaneció en silencio en el momento que lo mencioné y su semblante se había vuelto sombrío por un momento, así que con rapidez cambié el tema pidiéndole que me llevara a la caza profunda algún día.

Sería un gran entrenamiento para Tx'iang.

No podía negar que me estaba divirtiendo con el Metkayina y me beneficiaba conocer más acerca de la cultura del clan. Había estado toda la mañana ignorando la presión que se había vuelto ya habitual en mi pecho, era molesta, pero podía con ella. Cargaba con unas ganas inmensas de pasar el rato con mis hermanos, pero ellos seguían en entrenamiento e interferir con el solo haría que se retrasen. Necesito que logren adaptarse al clan, para cuando llegue el momento de partir al bosque no sentir tanta inquietud. No se cuánto tiempo ellos iban a permanecer en el arrecife, pero mi tiempo en el ya se estaba acabando y aún no tenía una estrategia para desviar la atención de las personas del cielo de los mares.

Va a hacer complicado, pero debo encontrar la forma de hacerlo retroceder de nuevo a su base principal.

Me preocupaba bastante los movimientos de los clanes lejanos al bosque, la primera vez ninguno había interferido con las personas del cielo, pero ahora era diferente. El enemigo ya no se centraliza en el bosque, sino que se está extendiendo de una manera monstruosa por toda Pandora y eso incitará la respuesta de los otros clanes a responder con hostilidad. No importa la región, ni la costumbres, todos los na'vis somos recelosos con nuestros territorios y eso podría provocar otra guerra. No estamos listos aún, papa tenía razón en algo en el campo ya nos llevan ventaja y el momento de recuperar terreno se está acercando más pronto de lo que pensé.

Mi padre daba por muerto su puesto como Toruk Makto, pero los clanes lo siguen reconociendo como un guerrero y un líder al cual seguir, estábamos expuestos a la mano enemiga. Lejos del bosque yo no tenía el respaldo de mis hermanos del clan y si papá me negaba apoyo tendré que buscar otra forma de preparar a nuestra gente para lo que se avecina.

La Sully Mayor »  Avatar: El camino del aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora