La Sully Mayor » Avatar: El camino del agua

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Te'Suaí

Miró con seriedad la ceremonia donde padre cederá su puesto a un nuevo Olo'eyktan, Tarsem era joven pero era un guerrero estratega sabio para apenas haber llegado a la adultez. Había tenido algunas misiones de campo con el y no era un idiota, el pueblo estaría bien en su mando hasta nuestro regreso.

Padre comenzó a retirarse mientras el pueblo abría paso, miré a mi madre e iniciamos marcha detrás de él. Esto no está bien o al menos yo lo siento así, abandonar nuestro hogar no es una estrategia de guerra. Al huir del enemigo solo se envía un mensaje de miedo.

— Te'Suaí – parpadeo un par de veces y enfoco la mirada en mi padre – Te necesito enfocada en la ruta.

Asiento, anoche me ordenó analizar la ruta de vuelo hacia un clan lejano del bosque. Llamó a Viein y acaricio su cabeza formando el vínculo.

— Haremos un viaje largo hermana – me subo a tu lomo – Te prometo que volverás a ver a tu hijo.

Observó ya a toda la familia en sus Ikrans y a la señal del patriarca alzamos vuelo, escuchó un rugido que reconozco al instante planeó un poco más bajo logrando darle una última caricia a Zoäa por un tiempo indefinido.

— Nos volveremos a encontrar hermano – sonrió al notar un Thanator hembra a su lado – ¡Espero poder conocer a tus crías en nuestro regreso!.

Le doy una última mirada y tomó más altura alcanzando estar a la par de Neteyam le echó una rápida ojeada a la formación de vuelo. Cierro los ojos concentrando la energía en mi vínculo con el bosque y suelto un suspiro al sentir una calidez abrasante, era mi hogar despidiéndose de mi. Abro los ojos y me volteo viendo el borde del territorio del bosque, centrando mi atención al frente cuando papá da la señal de cambio de dirección.

— Te'Suaí coordenadas – escucho por el comunicador a papa.

— Rumbo al norte, calculo una ruta de tres días y medio de vuelo – suelto en un tono serio con la vista al frente.

— ¿Alguna ruta más corta? – espeta en un tono firme.

— Ninguno conocido pero si tomamos la corriente de aire adecuada podríamos adelantar un día de vuelo, además los Ikrans necesitan reposar al menos una hora diario o se desplomaran a pleno vuelo y considerando que esto es solo mar no es una opción – miró de reojo a mi hermano que toca mi hombro.

— ¿Sabes a dónde vamos? – dice en un tono de sorpresa Neteyam – Pero si nunca hemos salido del bosque.

— Solo tengo información de la ruta que seguiremos pero del destino no tengo idea, solo sé que nos dirigimos a un clan distinto a nosotros, la abuela me explicó la ruta – sonrió con burla hacia su dirección – ¿Quieres ver algo genial?.

— Siempre hermana – sonríe con entusiasmo.

— Dame un minuto – cierro los ojos y extiendo mi brazo hacia arriba sintiendo la dirección del viento, abro los ojos al encontrar lo que buscaba – Familia necesito que me sigan cuando me eleve.

— ¿Qué? – mira en mi dirección con el ceño fruncido.

— Papa solo confía por un instante – me aferro con más fuerza a la riendas de Viein —Agárrense fuerte y síganme.

Me posiciono justo al frente de la formación y me dejo caer en picada para alzar vuelo con fuerza hacia el punto que tenía en la mira.

— ¿Lista hermana? – recibo como respuesta un rugido – Eywa.

Una ráfaga de aire de un tono azul brillante nos impulsó hacia adelante con fuerza, alcanzando una velocidad superior a la que un Ikran podría alcanzar en su vida. Suelto un grito eufórico, miro hacia atrás al escuchar los gritos de mis hermanos y sonrió con burla al ver la expresión de papa.

— Cuando les diga vuelen hacia abajo – presiono en comunicador un instante.

Cierro los ojos disfrutando las caricias violentas del viento, esto es mejor de lo que recordaba. Abro los ojos mirando hacia ambos lados, fijo curso hacia la izquierda de la corriente.

— Abajo – ordenó cayendo en picada.

Al salir de la corriente miro hacia atrás sonriendo al ver las diferentes reacciones de la familia al cambio de velocidad.

— ¡Otra vez! - grita Tuk eufórica sacando una risa de mi parte.

— ¿Te'Suaí que fue eso? – pregunta padre con los ojos abiertos.

— Se le llama corriente eterna Madre o corriente de Eywa, son únicas y difíciles de encontrar de una forma que se llegan a considerar sagradas – respondo borrando la sonrisa en un tono neutral – Considérense afortunados de haber entrado en ella la gran Madre decide si puedes entrar o no.

— ¿Dónde aprendiste esto? – siento el toque de mama en mi hombro.

— En el único sitio que se conocen estas corrientes el clan de los Ikrans del mar del este, la vez que acompañé a papá a una reunión con la líder un grupo de guerreros me las enseño y explico cómo funcionan – miró de reojo a papá – Antes de que me regañes déjame decir que nos ahorre seis horas de vuelo.

— ¿Qué? – abre los ojos atónito.

— Así es que funcionan, quizás sintieron que estuvimos en ella un par de minutos pero la velocidad de la corriente es inimaginable e inalcanzable para cualquier Ikran, en el tiempo de las primeras canciones el clan las utilizaba para movilizarse con rapidez en tiempo de crisis pero con los años se hicieron cada vez más raras. Tuve suerte el día en que visitamos el clan una apareció, detectarlas es complicado pero se puede hacer – sonrió de lado hacia mama.

— Increíble – escucho a Lo'ak – ¿Me enseñas a detectarlas?

— ¿Para que la uses en una idiotez? – alzó una ceja en su dirección – Claro.

— ¡Te'Suaí – grita mamá mientras río con fuerza.

— Era broma, no puedes usarla sin que la gran Madre te lo permita por eso se dice su nombre al intentar entrar a la corriente – fijó la vista al frente – Pero algún día te enseñaré.

— ¿Seguimos en curso? – espeta con preocupación papá.

— Si por eso salimos de la corriente – acarició el lomo de Viein – Papa sigue guiando en esta dirección hacia al norte – ralentizó el vuelo tomando lugar otra vez a la par de Neteyam.

— ¿Te gustó? – lo empujo ligeramente.

— Fue genial – me mira sonriendo.

— Sabía que te gustaría, la primera vez que me adentre en una fue un momento único donde pude olvidar  todo lo malo por un instante – enfoco la mirada al frente.

— ¿ Cuánto falta para llegar? – pregunta Kiri inclinando su vuelo hacia mi.

— Aún queda mucho que recorrer – la miró de reojo.

— ¿Me cuentas la historia de tus primeros vínculos? – sacude mi hombro sano con algo de fuerza.

— Si no me vuelves a preguntar cuánto falta, te cuento hasta tu nacimiento – sonrió al recibir un golpe ligero en el brazo.

Quinto capítulo

Como en la peli no se habla mucho del viaje decidí darle un toque diferente, espero que les guste. Me gusta cuando comentan me motiva a seguir la historia, así que decidí que desde ahora le dedicare al capítulo al primer comentario del capitulo anterior.

Acepto sugerencias para la historia.