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Te'Suaí (14 años)

Me encontraba encima de Viein con la vista fija en la manada de al frente, cada tanto me volteaba para ver al grupo más joven de na'vis que me seguían. Cuando el pueblo vio que pude domar a mi Ikran a tan temprana edad, permitieron que todo aquel que haya finalizado el entrenamiento de cazador pueda domar el suyo sin importar la edad. Había roto una tradición que llevaba años en el clan y no me arrepentía de nada.

Hace un año me habían sacado de mi grupo de cacería y ahora podía decir con orgullo que era la líder más joven de caza de mi generación, al igual que alguna vez lo fue la tía Sylwanin. Madre me ha contado de ella desde que tengo memoria, una gran guerrera y cazadora desde su juventud hasta su último aliento. Mientras mama se había puesto orgullosa de mi de mi nuevo cargo, padre se había vuelto como loco al inicio. Ser líder de cacería implicaba varias responsabilidades y una de ellas es pasar más tiempo alejada de la familia, tenía que guiar al grupo y armar estrategias para llevar alimento al clan.

Hoy tuve que madrugar para llevar a nuevos aprendices a Urra territorio de los Ikrans, desde que me volví líder desde hace un par de meses tenía que aceptar ser maestra de caza para los más jóvenes. No pude ver a mi familia hoy, al menos no despiertos y hoy iba hacer lo posible para pasar tiempo con mis hermanos. Habíamos salido de Urra directo al territorio de los Sturmbeest, aquellas que como tradición se suelen cazar como rito de iniciación celebrando el nuevo lazo al ikran y el pueblo.

Los Sturmbeest son animales que andan en manadas, extremadamente sociales y protectores de sus jóvenes. También son territoriales y cooperaran conjuntamente para evitar ser cazados por algún depredador. Cuando el depredador es demasiado grande o son un número demasiado grande, se precipitarán, dividiéndose en grupos más pequeños para evadirlos. Estaba prohibido cazar alguna cría o un miembro muy joven de la manada, se los había explicado un par de veces al grupo o estos podrían hacer un caos en esa área del bosque.

Le di la señal al grupo que iba en tierra montando a los Direhorse para que se adentraran en la manada en movimiento. Mire hacia atrás para ver a los nuevos en sus Ikrans, ya se veían más confiados en ellos con sus respectivas monturas. Cuando estábamos ya sobrevolando por encima de la manada di la señal levantando el arco por encima de mi cabeza y dando un pequeño grito, la cacería había comenzado.

El grupo de tierra había avanzado al centro de la manada, me acomode en una postura recta sobre Viein y apunte justo en las vías respiratorias de un macho. Suspire y deje ir la flecha, escuchó el grito de algunos del grupo cuando el macho se estrelló de manera brusca contra el suelo. Sonrío cuando los nuevos logran seguir formación y derribar a dos de la manada.

Me quedo analizando sus movimientos por un rato, hasta que lanzó la señal de que ya era suficiente y poco a poco la manada se fue perdiendo en el bosque. Hago cuentas y en total seis Sturmbeest estaban derivados, todos adultos.

¡Abajo! – grito mientras aterrizó al lado de uno de los hermanos que aún respiraba con dificultad. Al bajar de Viein me acerco con rapidez a su lado y acaricio su cabeza con suavidad mirando sus ojos con atención – Gracias por tu sacrificio hermano, el pueblo te lo agradece y honra tu alma. Ve al otro lado donde la gran Madre te recibirá con alegría por verte otra vez.

Apoyo mi cabeza en la suya cuando esté suelta un alarido de dolor y cierro los ojos cuando su respiración se detiene, me separo de él al escuchar pasos acercándose.

Eyktan – me giró al escuchar a la más joven de los nuevos cazadores Urì, una niña de apenas doce años. Yo había sido su tutora por un largo tiempo hasta ahora que ya era una cazadora.

La Sully Mayor »  Avatar: El camino del aguaWhere stories live. Discover now