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Jake Sully

La muerte va a alcanzar pronto nuestro camino, eres tan terco que solo lo creerás cuando la tengas al frente. — Te'suai.

Las últimas palabras que había escuchado de mi primogénita seguían resonando en mi cabeza y por alguna razón habían dolido. El último año he dado todo lo que tengo de mi para la protección de mi familia y los Omaticaya, hasta que comencé a quedarme sin opciones. Hace un año que las personas del cielo llegaron y esta vez parece que es para quedarse. Por mucho tiempo la idea de un ataque en masa había corrido por mi mente pero ahora todo era diferente para lograr aquello, el enemigo no solo llegó para invadir sino para exterminar a la raza na'vi o era una de nuestras teorías de su regreso.

Si borraban a los clanes del mapa el trabajo sería más sencillo para su estancia en Pandora, esta vez no tenía ni siquiera un trazo del plan de enemigo. El regreso anormal de Quaritch había cambiado totalmente mis planes para los siguientes pasos como líder Omaticaya, se había metido con mis hijos y protegerlos era mi objetivo principal. A veces era inevitable no sorprenderme por el tiempo que ha pasado desde mi llegada a este mundo, donde volví a nacer como parte de su gente. Mi fuerza se mantiene mientras Neytiri y los niños estén a salvo.

Nuestra llegada al clan Metkayina ha sido un cambio grande para nosotros, pero esto era lo mejor que podía hacer para nuestra supervivencia al menos por un tiempo. Eran bastante diferentes el estilo de vida de los na'vis del mar y los del bosque, pero adaptarme de nuevo a las costumbres de este clan no sería tan complejo como la primera vez. Me preocupaba que los niños estuvieran recios aprender una cultura distinta, para mi sorpresa estos parecían estar aprendiendo bien. Mi reciente discusión con Te'Suaí se había salido de control.

Me moleste al enterarme hoy por Tonowari la conversación que había tenido con ella y su aparente recomendaciones a la circulación de clan, se estaba involucrando otra vez. Era valiente al igual que su madre y para mi suerte había heredado lo temerario de mi parte, eso me asustaba. Creí que al estar aquí lograría mantenerla apartada de todo el asunto de la guerra y verla ser la niña que aún sigue siendo, pero era un reto alejarla de los asuntos de la guerra.

Los niños na'vi crecían ridículamente rápido, no solo en lo físico sino su mentalidad cambia con rapidez. Para el pueblo Te'Suaí ya podía ser considerada una guerrera al borde de la adultez pero yo seguía viendo a mi niña, eso estaba comenzando a crear roces entre nosotros. Había crecido demasiado rápido, se sentía como apenas ayer la alzaba en brazos o como está siempre me retaba a carreras en Ikran. Lo único que deseo es que esté bien y apartarla de la guerra parece ser la única opción para cumplirlo.

Un padre protege.

Me dolió ver su mirada cargada de lágrimas por palabras que yo le había dicho, hace mucho tiempo que no la veía tan vulnerable o al menos no frente a mi. Mi hija lloró por mi causa y esa es una sensación que no quiero volver a experimentar. Cuando logré apartar la mirada del camino por el cual se había ido, no tardó encontrarme con la expresión de seriedad e ira de Neytiri. Siento la presión que se comienza a formar en el mauri.

¿Qué? — cuestiono soltando un suspiro. Hago una pequeña mueca cuando su semblante se endurece aún más que antes.

— Te atreves a preguntar eso luego de lo que has hecho — dice con su tono molesto. Recuerdo que la intensidad de su mirada furiosa me ponía nervioso los primeros años juntos, aún lo sigue haciendo como el primer dia.

Neytiri solo intento protegerla, ella no me lo está poniendo fácil y sabes... — no termino de hablar cuando siento que soy empujado con fuerza en el pecho. Doy unos pasos hacia atrás pero logró mantener el equilibrio y evitar una caída.

La Sully Mayor »  Avatar: El camino del aguaWhere stories live. Discover now