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Actualidad

Te'Suaí

Avanzaba a un paso lento por la orilla de la aldea en camino donde suponía seguía el grupo de adolescentes. Seguía contando cada día que aún prevalecía con los Metkayina, llevábamos ya unas dos semanas y había descubierto varias cosas de este clan. Awa'atlu era el nombre de esta aldea, la principal del clan Metkayina así que no me sorprendería si fuera la que más cantidad de na'vi tuviera. La cantidad de guerreros no era suficiente para la defensa y protección del territorio tan extenso de su isla. Había muchos jóvenes que se dedicaban solo a la cacería, artesanías, tejidos, recolección marina y terrestre, cuidado de crías y animales marinos. Todas esas tareas eran fundamentales en el flujo de la aldea y lo entendía ya que eran similares a las que se realizaban en Omaticaya. Lo que nos diferenciaba es que a todos los Omaticaya se les enseña el uso de armas y defensa para su protección.

En lo que llevaba consiente había tenido el privilegio de visitar siete clanes distintos al mío. El clan Metkayina era el séptimo que conocía y el primero al que veía tan serenos ante la guerra. Es cierto que el campo de batalla principal era el bosque, aquello no significaba que estuvieran protegidos de los estragos de nuestra lucha. Hace meses habíamos recibido comunicados de varios clanes que habían comenzado a encontrar movimiento de la gente del cielo en sus territorios, se estaban extendiendo con rapidez y si nos descuidamos nuestro mundo no sería arrebatado.

He notado que los miembros de este clan parecen no tener mucho conocimiento de las personas del cielo, al menos la aldea principal. Había escuchado de la caza de Tulkun cerca de unas aldea Metkayina al sur de nuestra posición y aun así no parecía suficiente para alertar al clan. Si iba a volver al bosque tenía que al menos dejarles una estrategia de protección a esta gente o no me lo perdonaría nunca. Desde nuestra llegada había sido consciente del rechazo hacia a mi familia, no éramos aceptados por la mayor parte del clan y esto era lo que menos me importaba ahora, son na'vi los que habitan aquí.

Son mis hermanos.

Gran Madre ayúdalos a ver.

Yo no puedo mostrarles el vínculo vital sola.

Este clan tiene un potencial enorme para sus guerreros. No puedo negar la alegría que siento por la aceptación de Tonowari. Quizás pueda convencerlo de entrenar a los adolescentes del clan. Un paso a la vez este clan podía volver hacer lo que alguna vez fue o un reflejo de ello al menos.

No te emociones tanto.

No podía evitar sentir ansias ante la gran posibilidad de ver la formación de guerreros del clan y como podía evitarlo si había crecido entre entrenamientos de todo tipo. Tengo que dar lo mejor de mi para mantener viva la razón principal por la que lucho cada día, mi familia.

Mis hermanos merecen una vida en paz, crecer y contemplar su propio ser desde sus propios ojos. Tienen mucho que aprender todavía, aún no se ven. Lo único de lo que no podía salvar a mis hermanos es de ellos mismos.

Sus inseguridades.

No iba a ser fácil terminar de criar a Tuk con la guerra en nuestras espaldas, tenemos que movilizar a nuestros pueblos. Sea cual sea teníamos que buscar nuestra próxima estrategia para debilitar o inmovilizar temporalmente al enemigo. Se deben analizar varios factores antes de realizar cualquier movimiento, como el hecho de que las armas de las personas del cielo son poderosamente letales y tenían eso llamado tecnología. Viéndolo así teníamos una ventaja en el clan Omaticaya y es que gracias a las emboscadas el clan tenía posesión armamento de nuestro enemigo. Hace un par de meses algunos guerreros habían accedido aprender el uso de estas armas, aunque en los enfrentamientos se limitaban a utilizar nuestro tradicional arco. Otro punto a nuestro favor son los científicos que conviven con el clan, ellos conocen al enemigo y poseen conocimientos que nos serán útiles para nuestro próximo movimiento. 

La Sully Mayor »  Avatar: El camino del aguaWhere stories live. Discover now