La Sully Mayor » Avatar: El camino del agua

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Te'Suaí

Solté un suspiro de alivio al enfocar tierra por primera vez en el día, estaba exhausta. Dos días y medio de vuelo sin haber descansado ni un instante acabaron totalmente con mi paciencia. Fui un apoyo para mis hermanos y les permití turnarse para dormir mientras se recargaba en mi pecho, dejaba que descansaran cuatro horas en los últimos dos días. En mi caso no me pude dar ese lujo y me mantuve despierta hasta cuando buscábamos tierra para que los Ikrans comieran algo, eso claro no duraba más de una hora.

Sobrevolamos una barrera de coral donde varios na'vis nativos se encontraban a la defensiva, en un segundo se escucha una alarma donde lo más obvio es que era por nuestra llegada. Acomodo mi arco y lo aprieto con fuerza mirando a los futuros hostiles.

— Te'Suaí — ruedo los ojos manteniendo mis hombros tensos al escuchar la advertencia de papá.

Me pongo a su lateral dejando un leve espacio entre nosotros, aterrizamos en la arena y bajo de un salto de Viein. Le doy una mirada a Neteyam haciendo un gesto de que se quede cerca de Lo'ak que parece captar con rapidez al recibir un asentimiento de su parte, le doy una caricia en el lomo a Viein mirando de reojo a Tuk cuando es la primera en alejarse unos pasos.

— Oye por favor – pide a mamá ahora cuando toma su arco y flechas, sonrió de lado cuando suspiró con frustración soltándolo – Conmigo.

— Tuk – llama mamá extendiendo su mano. La mencionada voltea en su dirección y se acerca para tomar su mano – Bien portados.

Papá encabeza la marcha con mamá a su costado, me coloco detrás de mis hermanos tensa al ver a los guerreros armados avanzar a nuestra dirección. En menos de un minuto nos encontramos rodeados por todo un grupo de guerreros armados.

— Hola – alza sus manos a los costados papa, la tensión de mis músculos aumenta más al ver que cada vez llegan más nativos.

Las miradas hacia nosotros venían de todas las direcciones, cosa que me parecía normal, éramos de la misma raza pero con rasgos físicos distintos. Se forma un silencio que dura solo un instante con la llegada de dos jóvenes que se acercaban con una mirada de curiosidad, mis hermanos hacen oel ngati kameie nuestro saludo formal y mis sentidos se ponen alerta con su repentino acercamiento.

— Tranquilos no se alteren – papa ordena cuando ve que nos rodean aun con una mirada fija en nosotros.

— Miren, ¿qué es eso? — pongo mis ojos en blanco al escuchar al mas enano de los dos – ¿Se supone que es una cola?.

Ruedo los ojos al escuchar las risas de los que parecían ser más jóvenes que yo. Miro a Lo'ak un instante al verlo repentinamente distraído y hago un movimiento rápido sosteniendo con fuerza la muñeca del enano que pretendía jalar su cola. Le gruño con fuerza dejando relucir mis colmillos.

— Te'Suaí – advierte la voz de papá en un tono claro de advertencia al notar la posición defensiva de los guerreros más cercanos a mi.

Lo miró de reojo y suspiró. Vuelvo la mirada al enano soltandolo con brusquedad, pero noto un leve tono rojizo en su muñeca provocando una mirada burlona de mi parte mientras toma una distancia prudente alejado de mi.

— Es muy pequeña no nadan con eso – sigue el enano señalando las colas de mis hermanos, aprieto los puños y siento una mano cálida en mi hombro, volteo a la defensiva pero me relajo un poco al ver que es Neteyam.

— Ya basta Rotxo, Aonung – aparece una aún más joven nativa, así que el enano tiene nombre.

— Hola – miro a Lo'ak observando a la chica con atención que suelta una risa al escucharlo, sonrió con burla en su dirección.