Capítulo 19

185 30 15
                                    

—¡Tu hijo es idiota, Kyungsoo es tonto y toda esta mierda me está sacando de quicio! Ahora que Kyungsoo se ha decidido a contarle la verdad sobre Baekhyun a nuestro hijo, él no lo deja hablar… ¡Te juro que quiero sacar la escopeta y tirotearlos a los dos! —dijo un furioso Kim Seonho desde la mesa de la cocina mientras robaba algunas galletas caseras de las que en esos momentos estaba haciendo su adorada esposa.

—Y yo que creía que alguno de mis hijos se habría librado de los impetuosos genes
de los Kim y sería algo más inteligente… Al parecer, seguimos con la estúpida costumbre de tu familia en eso de ser los más idiotas en cuanto al amor se refiere.

—¿Qué demonios vamos a hacer ahora para juntar a esos dos?

—No lo sé, Seonho. Pensé que, con lo listo que es JongIn, en cuanto viera a ese niño se daría cuenta de que era su viva imagen y se preguntaría el porqué.

—Al parecer, éste también nos ha salido imbécil. Con lo mucho que prometía de
pequeño…

—No quiero entrometerme entre esos dos, pero…

—¡Joder, Lisa! ¡Si los dejamos así, JongIn se enterará de que tiene un hijo cuando sea abuelo! Kyungsoo lleva ya cinco meses en Andong y aún no ha conseguido hablar con él —interrumpió Seonho, cada vez más enfadado con esa estúpida situación.

—Nunca me dejas terminar, ¿verdad? —le recriminó Lisa, molesta con su marido,
mientras lo fulminaba con una de sus amenazadoras miradas para que guardara silencio.

—. Decía que no quiero entrometerme, pero creo que en esta ocasión esos dos necesitan recibir un empujoncito
.
—Vale. Entonces ¿cómo lo hacemos? ¿Los dejamos encerrados en algún lugar para que hablen o desempolvo mi escopeta? —propuso Seonho, feliz con la posibilidad de saber al fin dónde le había escondido Lisa su adorada escopeta de perdigones.

—Nada tan descabellado: con unos simples recuerdos bastará —anunció ella mientras guardaba unas cuantas galletas para su hijo antes de que su marido las devorara todas. Y, tras desempolvar una vieja caja llena de recuerdos que traían a su rostro más de una grata sonrisa, se dirigió a arreglar la desastrosa vida amorosa de uno de sus hijos, que, aunque desde que se había hecho mayor nunca pidiera su ayuda, indudablemente en esos momentos la necesitaba más que nunca.

Ahora que no quería ver a Kyungsoo, éste se cruzaba constantemente en mi camino. En mi trabajo, consiguiendo un empleo muy cerca de mí. En casa de mis padres, cuando iba a dejar a Baekhyun. En la casa de mi hermano, cuando decidía pasar un rato junto a su amigo. Ahora que había dejado de perseguirlo, él parecía decidido a quedarse a mi lado.

Pero yo estaba todavía más decidido a ignorarlo por todo el daño que me había
causado, y a no hacerme más falsas ilusiones con nuestra historia de amor.
Ignoraba a Kyungsoo allá donde nos encontrásemos y simplemente hacía como si no existiera. A pesar de todo, él siempre se acercaba a mí para intentar hablarme.

Tal vez para arreglar las cosas o para seguir su camino tras conseguir mi perdón. No lo sabía, pero fuera lo que fuese lo que ese doncel tuviera que decirme, yo me negaba a escucharlo. Cuando coincidíamos en los pasillos de la consulta, apenas lo dejaba hablar antes de alejarme, y él siempre decía lo mismo, pero yo no le permitía ni terminar, porque sus mentiras ya no me interesaban.

—JongIn, tenemos que…

—¿Hablar? Kyungsoo, en estos momentos no quiero escuchar nada de lo que tengas que decirme.

—Pero es importante, yo…

—No quiero escucharte. Además, creo que todo lo que tenías que decirme ya me lo
dejaste bastante claro en la última carta que me escribiste.

Él vil principe (KaiSoo)Where stories live. Discover now