Mi Joven Esposo

Capítulo 41 - Regresando al palacio

El sufrimiento de Xia Xi durante este embarazo, tal vez debido a demasiada preocupación, su cuerpo se debilitó bastante. Después de descubrir que estaba embarazado, unos diez días después, comenzó a tener un ligero sangrado vaginal. Afortunadamente, la habilidad médica de la doctora era excelente y le recetó medicamentos, además de ordenarle que permaneciera en cama sin moverse. Después de más de un mes de recibir infusiones y medicamentos, el feto en su vientre finalmente se estabilizó y los vómitos del embarazo gradualmente desaparecieron.

La guerra civil no mostraba señales de terminar en primavera. Ambos bandos estaban en un punto muerto, hasta que llegó el verano y las cosas comenzaron a cambiar.

Uno de los leales a Zaha traicionó y lo apuñaló por la espalda cuando estaba desprevenido. Aunque Zaha no murió en el acto, ya estaba en sus últimos momentos y solo aguantó medio mes más antes de fallecer. Con su muerte, sus seguidores se dispersaron y algunos se rindieron. La guerra civil, que duró medio año, finalmente llegó a su fin.

A partir de entonces, el joven rey finalmente eliminó las dos mayores amenazas a su alrededor y consolidó todo el poder en sus propias manos. Hubo una breve recompensa por los méritos de Chu Lan y se enviaron numerosos guardias para escoltar a Xia Xi de regreso desde el templo.

Él se movía muy rápido y las noticias a Xia Xi llegaban con retraso. Apenas se enteró de que Zaha había sido herido cuando los guardias ya estaban en la puerta, y para su sorpresa, el líder era el primer ministro, Sangsangmu. Xia Xi se sorprendió mucho, aunque lo vio con una expresión alegre, sabía que no podía asegurar si era algo bueno. Solo después de escuchar las noticias de la victoria de su boca pudo finalmente relajarse.

Xia Xi ya llevaba seis meses de embarazo y su cuerpo se veía delgado en su amplio vestido, pero Sangsangmu no se dio cuenta y Xia Xi no mencionó nada. Una vez que las doncellas terminaron de empacar todo, él tomó la mano de Xia Chun y subieron al carruaje.

Xia Chun estaba claramente curioso y cuando el carruaje comenzó a moverse, intentó abrir las cortinas para mirar afuera. Lan Duo'er rápidamente lo detuvo y dijo: "Su Alteza tiene una apariencia noble que no cualquiera puede ver". Xia Xi estaba de buen humor y siempre mostraba una sonrisa en su rostro. Escuchó y dijo amablemente: "Chun'er, puedes abrir un poco, no importa". Luego cambió a un lenguaje más comprensible para Xia Chun y dijo: "Vamos a ir al palacio, Chun'er. Cuando lleguemos allí, encontraré un maestro aún más hábil para enseñarte artes marciales, ¿te parece bien?"

Los ojos de Xia Chun se iluminaron y asintió con fuerza. Miró afuera, pero su carruaje estaba rodeado de guardias, por lo que no podía ver mucho y perdió el interés. En cambio, extendió la mano para tocar el vientre de Xia Xi. Desde que se enteró de que Xia xi estaba embarazado, había desarrollado un cariño especial por tocar su vientre. Sus movimientos siempre eran suaves, temeroso de presionar demasiado y lastimar a Xia Xi o al bebé en su interior. Mientras lo acariciaba, hubo un movimiento repentino en el vientre de Xia Xi, y él sonrió suavemente, diciendo: "Chun'er, el bebé te está respondiendo".

Xia Chun estaba claramente encantado. Incluso sacó un caramelo, peló la cubierta exterior y lo agitó frente al vientre de Xia Xi. Xia Xi rió y dijo: "¿Le estás dando el caramelo al bebé? También debes comer menos caramelos, o tus dientes se arruinarán". Xia Chun estaba en la etapa de cambio de dientes de leche, con varios dientes faltantes. Xia Xi había estado limitando su consumo de caramelos.

El carruaje continuó su viaje suavemente hacia el palacio. De repente, Xia Xi recordó algo y se sintió un poco arrepentido. Dijo: "Salí apresuradamente y olvidé despedirme de la madre imperial, y también de Yaya y los demás..." Lan Duo'er ofreció algunas palabras reconfortantes. Mientras conversaban, el grupo entró gradualmente en la ciudad y luego en el palacio.